Dos agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil iniciaron ayer los trabajos de investigación del incendio que asoló una de las naves de Fandicosta el pasado lunes. Se esperaba que las tareas se prolongasen durante los próximos días, sin embargo se suspendieron tras una hora de trabajo debido a la alta concentración de gas procedente de las tuberías de amoníaco en la nave que ardió. Los primeros indicios parecen validar la versión de un incendio fortuito. El foco del fuego partiría de un fallo eléctrico en la cara sur de la nave, hacia el mar, que es la primera hipótesis que se baraja. Los agentes no volverán hasta la próxima semana.

El problema eléctrico partió del entorno de una cinta transportadora mecánica o de unas bañeras con líquido ubicadas en la parte interior, cerca de los paneles que formaban la estructura de la nave.

Los paneles tipo sandwich que recubrían la nave quemada, que había sido renovada hacía escasos meses, contaban con un aislante de espuma que, según los expertos, no es un buen conductor del fuego, por lo que no contribuyó a extender las llamas.

Los agentes inspeccionaron por la mañana y sacaron fotos a la zona del inicio del fuego, acompañados de efectivos de los bomberos por seguridad. En principio no se llevaron ninguna prueba, más allá de las fotografías. El picor en los ojos por el gas les obligó a parar por seguridad. El gas procede de las tuberías dañadas por el incendio pero ya no están conectadas con los depósitos de amoníaco, por lo que se debería disipar en las próximas horas.

Mientras tanto la vuelta al trabajo en la Planta B, que se libró del fuego, va algo más lento de lo esperado. Ayer ese espacio fue sometido a una inspección de Sanidade, pero de momento no autorizó que se retomase la actividad de fabricación. La compañía espera contar con este visto bueno a partir del miércoles. Eso sí, se realizaron trabajos de inventario y preparación de la nave en la que se reubicará a parte de la plantilla mientras no se reconstruye el inmueble que se quemó. Los carretilleros también trasladaron a este punto los elementos como palés o máquinas de envasado que no se habían consumido por las llamas.

Un par de camiones descendieron a la explanada de Fandicosta para cargar producto y desde la empresa explican que mañana entrarán nuevos camiones para atender a los compradores. La mercancía de las naves que no sufrieron el fuego se encuentra en perfecto estado en la cámara frigorífica.

Eso sí, unos 20 empleados trabajaron en la nave de Casa Botas, empresa matriz del grupo al que pertenece Fandicosta y que se ubica en Vigo. Trabajaron en el envasado de producto frío como bacalao o calamares.

En lo que respecta a los depósitos de amoníaco, los bomberos garantizaron a Fandicosta que ya no existe peligro. El único momento delicado será el trasvase del líquido de los depósitos a un camión cisterna. La operación se aplazó por segunda vez. En estos momentos se espera efectuar el trasvase esta tarde o mañana. El amoníaco almacenado se encuentra congelado y es necesario calentar los depósitos para que regrese al estado líquido antes del trasvase.

Mientras tanto, se iniciaron las tareas de desescombro, aunque solo en parte de la cubierta externa de la nave, para evitar desprendimientos.