La industria gallega del granito muestra claros síntomas de reactivación. Sus exportaciones volvieron a marcar un nuevo máximo histórico en 2015 (por tercer año consecutivo), el sector ha emprendido un profundo cambio tecnológico con la sustitución de los telares (el sistema de corte tradicional en las plantas de procesado en los últimos treinta años) por máquinas multihilo y algunas empresas han vuelto a contratar personal para hacer frente a una subida de la demanda que se espera no decaiga en los próximos meses. "Otra de las variables que hacen ver que hay una mejoría es el incremento de las importaciones de materia prima (para su elaboración en Galicia), que además nos da dos lecturas, que ha subido el nivel de actividad y que nuestro sector sigue siendo muy competitivo a nivel mundial", subraya Guillermo Pérez Aboy, presidente del Clúster del Granito.
Después de un duro proceso de ajuste que arrancó con el crack de la burbuja inmobiliaria y se extendió hasta 2012, la industria granitera gallega, cuyo principal polo de producción está en torno a la cuenca de Porriño, se prepara ahora para un horizonte de estabilidad y crecimiento. Galicia puede presumir tras la crisis de ser la quinta potencia mundial del granito, solo por detrás de China, India, Brasil e Italia, y solo en Vigo este sector representa el 15% del total de mercancías que mueve en Puerto en volumen, con medio millón de toneladas al año y más de 15.000 contenedores con destino a mercados como Estados Unidos (EE UU), Turquía, Centroeuropa, el Norte de África, Latinoamérica y Oriente Medio, entre otros.
Las empresas de transformación se refugiaron precisamente en los mercados internacionales en los peores años de la crisis para compensar la caída del mercado doméstico, lo que llevó a que en 2013, 2014 y 2015 esta industria haya registrado tres récords históricos consecutivos de exportaciones. Según el balance provisional del sector del año pasado, el granito exportó en 2015 productos por valor de 123 millones de euros, un 8% más que en 2014, y del total de 123 millones, 103 se corresponden con producto elaborado (un 10% más que el año anterior, cuando se exportaron 93,48 millones). Pérez Aboy destaca que en el incremento de las exportaciones producto elaborado el principal país receptor es EE UU, lo que reafirma la competitividad de la industria gallega. "Que sea EE UU dice mucho del sector, de su competitividad no solo en la parte de producción, sino en la calidad de los materiales y en logística", apunta.
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Para mejorar su competitividad, las industrias han emprendido un proceso de cambio tecnológico sin parangón en las últimas décadas con la introducción en tiempo récord de maquinaria de corte multihilo (de hilo diamantado) en sustitución de los tradicionales telares. Dependiendo de la dureza del material que se pretenda cortar, un telar puede tardar hasta tres días en procesar un bloque de granito (azucarillo, en el argot del sector), mientras que una máquina multihilo puede despacharlo en apenas ocho horas sin necesidad de derrochar agua y sin apenas generar polvo (reduciendo el riesgo futuro de padecer silicosis). "Además su instalación es mucho más sencilla", reconoce el presidente de los graniteros. En la empresa que dirige, Levantina, acaban de instalar tres máquinas multihilo que harán la misma laboral que 24 telares. En este salto tecnológico, que en otros clústers como el italiano o el brasileiro ya se hizo, Pérez Aboy destaca la apuesta de las graniteras gallegas por maquinaria fabricada por firmas locales como Nodosafer, frente a proveedores italianos y de otros países.
Del total del parque de máquinas de corte del sector granitero, Pérez Aboy calcula que el 20% ya son multihilo, y en este punto destaca el apoyo que las pymes están recibiendo de la Administración gallega. El presidente del Clúster del Granito confía en que la mejoría del sector se traduzca en la creación de puestos de empleo, después de haber tocado suelo hace unos años. En la actualidad, algunas plantas han reactivado las contrataciones. Las empresas del clúster emplean a unas 5.000 personas entre personal directo e indirecto.
