El Reforma Pemex, el flotel (accommodation floatel) que el astillero vigués Hijos de J. Barreras está construyendo para Petróleos Mexicanos (Pemex), se hizo ayer a la mar para testar sus equipos de navegación. El buque, de 131 metros de eslora y con capacidad para alojar a 700 personas, realizará las pruebas de mar oficiales (ya con los inspectores a bordo) la próxima semana, antes de partir hacia Viana do Castelo, donde será varado para el pintado del casco, como avanzó FARO. Su entrega se realizará en junio.

El buque ha consolidado a Barreras como el mayor especialista del mundo en floteles, barcos concebidos para prestar servicios de acomodación al personal que trabaja en las plataformas offshore de extracción de hidrocarburos. Hijos de J. Barreras, pese a la crisis que sufrió en 2011, ha construido hasta la fecha dos de los cuatro floteles que existen hoy en el mundo: el Edda Fides, el primero de su generación y entregado a principios de 2011 al armador noruego Østensjø Rederi, diseñado por la ingeniería Vik-Sandvik, filial de la multinacional finlandesa Wärtsilä, y el Reforma Pemex, con diseño 100% vigués.

Éste cuenta con camarotes para acoger a 608 pasajeros y 91 tripulantes, está dotado con un sistema de posicionamiento dinámico de última generación e incorpora dos grúas, cada una con capacidad de elevación de 15 toneladas hasta una altura de 20 metros. También tendrá un helipuerto y una pasarela telescópica offshore para la transferencia de personal entre el barco y las plataformas petrolíferas, así como distintas estancias para acomodar a los pasajeros (gimnasio, sauna, sala de conferencias, tres salas de TV, dos de cine, enfermería, lavandería, cocina).

Según informó la semana pasada el presidente del consejo de administración de Barreras, José García Costas, Pemex ha solicitado adelantar un mes la entrada en servicio del flotel -estaba prevista para mediados de julio- para devolver cuanto antes un buque alquilado que está prestando servicios de acomodación en varias plataformas del golfo de México, que será sustituido por el Reforma Pemex.

Tras la partida del buque, las gradas de Barreras volverán a quedar vacías hasta que comience la construcción de un nuevo barco. El astillero vigués mantiene varias negociaciones avanzadas con armadores, una de ellas para la construcción de un pequeño crucero de lujo de 170 metros de eslora y que estaría valorado en unos 180 millones de euros.