El Gobierno negociará con Bruselas contar con un año más para cumplir con los objetivos de déficit público, después del cierre del ejercicio 2015 en el que déficit se ha desviado 0,8 puntos de las previsiones iniciales, acabando en el 5%, según han informado fuentes del Ejecutivo. Una desviación que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha atribuído al gasto excesivo de las CCAA y de la Seguridad Social.

Los objetivos de estabilidad previstos por el Gobierno y aprobados por Bruselas situaban el déficit público para el presente año por debajo del 3%, en el 2,8%, y continuaba la senda de descenso en los siguientes ejercicios, con una reducción hasta el 1,4% en 2017 y al 0,3% en 2018.

Sin embargo, tras incumplir el objetivo de déficit de 2015, que estaba situado en el 4,2%, sobrepasando el gasto en más de 8.000 millones de euros, el Ejecutivo ha optado por hacer previsiones macroeconómicas "más realistas", tal y como aseguró esta misma semana el ministro de Economía y Competitividad en funciones, Luis de Guindos.

Para ello, se va a tomar como punto de partida el cierre del déficit de 2015, que se situó en el 5%, según el último cierre de cuentas que ha realizado el ministro de Hacienda, después de haber anunciado un desfase mayor que situaba el déficit en el 5,16%.

Las fuentes consultadas aseguran que lo que el Gobierno está contemplando es proponer a Bruselas el aplazamiento de un año en el cumplimiento de los objetivos. Esto significaría que no se situará este año el déficit de las cuentas públicas por debajo del 3%, sino que este objetivo se vería aplazado al menos durante un año.

El 3% del PIB es el tope según el cual Bruselas puede aplicar sanciones por déficit excesivo, tal y como está regulado en el artículo 126 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.