La abultada nómina del patrón de PSA Peugeot Citroën está dando mucho que hablar en Francia. Carlos Tavares percibió en 2015 un total de 5,24 millones de euros entre salario fijo (1,3 millones), compensación variable (1,93) y acciones (130.000 títulos, equivalentes a 2,01 millones), un 90% más de lo que ingresó un año antes, lo que está generando críticas dentro y fuera de la multinacional gala. La compañía defiende la cuantía y la subida del salario de Tavares, "en línea" con lo que perciben los presidentes de otras firmas que cotizan en la bolsa de París, pero desde el Elíseo no lo ven así. De hecho, los dos consejeros que el Estado francés tiene en PSA (posee el 14% de las acciones del fabricante de vehículos) habrían votado en contra del incremento de su remuneración, según confirmó el propio ministro de Finanzas francés, Michel Sapin.
"Este aumento parece perjudicial", declaró ayer Sapin a France Info, mientras que PSA insistió a Les Echos en que la compensación de Tavares es merecida porque ha conseguido restablecer sus cuentas dos años antes de lo previsto, por lo que considera "normal" que el presidente sea el primero en beneficiarse. En la misma línea, el consejo de vigilancia de PSA apuntó que Tavares cumplió al 99% con sus objetivos fijados para 2015, de ahí esa retribución variable de 1,93 millones de euros. "Su compensación puede parecer importante para mucha gente, pero no creo que sea desproporcionada", aseguró el presidente del consejo, Louis Gallois, que señaló que la recuperación del consorcio se ha debido en buena parte al trabajo de Tavares, por lo que es normal que su remuneración lo refleje.
También dentro de la cúpula de PSA, el director financiero, Jean-Baptiste Chasseloup de Chatillon, percibió una remuneración total durante 2015 de 2,3 millones de euros, lo que representa una subida del 85,5%. El director de la región de China y de Asia, Grégoire Olivier, ganó por su parte 2,31 millones de euros, un 49% más, mientras que el responsable de Oriente Medio y África, Jean-Christophe Quémard, ingresó 2,3 millones de euros, un 85,5% más. El grupo registró un beneficio neto atribuido consolidado de 1.202 millones de euros el año pasado, lo que le permite dejar atrás las pérdidas de 555 millones registradas en 2014. La facturación aumentó un 5,9%, hasta 54.676 millones de euros.
