Trabajadores de Inditex, en un momento de la grabación del vídeo ante la sede de Arteixo. // V. E

Amancio Ortega inició el día de ayer, en el que cumplió 80 años, como una jornada normal, con su visita diaria a las instalaciones de Inditex en Arteixo. Pero pronto se dio cuenta de que su paseo por las entrañas del gigante textil no iba a ser como el de otro día cualquiera. El fundador de la multinacional coruñesa y segundo hombre más rico del mundo recibió ayer una sorpresa de la plantilla del grupo, que felicitó al empresario durante su paseo por la sede de la compañía, le proyectó un vídeo -en el que participaron trabajadores de todo el mundo- y le entregó una tarta para que soplase las velas. Un emotivo regalo de cumpleaños que hizo que Ortega se mostrase por momentos visiblemente emocionado.

La hija del máximo accionista de Inditex, Marta Ortega, ejerció de cómplice de los empleados en todo momento y acompañó, junto a su hijo Amancio, a su padre desde que entró en la sede de su gran creación empresarial. El primer detalle que pudo hacer intuir al dueño de la mayor fortuna de España que la de ayer no iba a ser una jornada normal fue el ver una cámara que le grababa a su entrada en las instalaciones.

En su recorrido habitual por las instalaciones de Inditex, los empleados hicieron un pasillo para que Ortega pasase con su hija y su nieto y le brindaron un fuerte aplauso. Un pasillo que contaba en el techo con numerosos globos de helio a modo de decoración.

Las palmas no cesaron en ningún momento y escoltaron a la comitiva de los Ortega hasta que esta llegó a una explanada de la factoría coruñesa, donde la plantilla tenía preparada una gran pantalla para proyectar un vídeo de felicitación y homenaje al fundador de la compañía para la que trabajan. En él, personal del grupo textil de todo el mundo -de Arteixo, Cataluña, Francia, China y otros países- participaba en una especie de flashmob al ritmo de la canción Celebration y felicitaba al empresario coruñés por su 80 cumpleaños. Un detalle que emocionó a Amancio Ortega.

La preparación del vídeo por parte de la plantilla de Inditex se realizó con total discreción y contó con la participación de la propia Marta Ortega, como muestra una de las imágenes captadas por un fotógrafo de este diario el pasado día 16 de marzo. En la parte del vídeo protagonizada por los profesionales de Arteixo aparecen centenares de personas ante la sede de la compañía -como muestra la imagen superior- levantando las manos y mostrando numerosos carteles con el lema "Muchas felicidades".

La complicidad entre los trabajadores de Inditex fue tal, para evitar que Ortega se enterase de la sorpresa que se estaba gestando, que hasta ayer no se desveló el motivo de esa gran concentración de personas ante la sede del polígono de Sabón. De hecho, el evento fue programado como algo interno, íntimo, por lo que muchos trabajadores del grupo textil rechazaron ayer contar a este diario cómo se desarrolló el acto sorpresa al fundador de la mayor empresa de Galicia.

El vídeo, sin embargo, no fue el último regalo que recibió Amancio Ortega. Tras esa cinta-felicitación, los empleados llevaron ante él una tarta de cumpleaños con las correspondientes velas con su nueva edad, que el empresario coruñés procedió a soplar. A continuación se troceó la tarta y tanto la familia Ortega -padre, hija y nieto- como todos los trabajadores de la compañía degustaron un trozo de pastel. Al acabar, el fundador de la compañía se acercó a dar las gracias a gran parte de los profesionales allí presentes.

Muchos empleados de la textil pudieron ver en directo gran parte del homenaje al patrón del grupo y recibir en persona su agradecimiento. Los que no tuvieron ese privilegio -Inditex tiene unos 4.000 trabajadores en Arteixo- pudieron seguir todos los detalles de la sorpresa por grandes pantallas habilitadas a tal efecto.

Ortega recibió así la felicitación de una plantilla que cuenta ya con más de 130.000 profesionales en todo el mundo y que cada vez se parecen más a su fundador: un hombre discreto, alejado de los focos y que se dedica en cuerpo y alma a sus dos familias, la real y la empresarial. Un empleado de Inditex apuntaba recientemente a este aspecto como definitorio de los trabajadores de la multinacional gallega: "Buscan formar parte de la empresa, de esta familia, y no el beneficio propio, destacar o brillar por encima de los demás, como puede ocurrir en otras compañías".