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La industria de automoción

PSA-Vigo mejora su flexibilidad y se coloca favorita en la carrera por un nuevo modelo

La planta aprueba con el apoyo de SIT, UGT y CC OO nuevas medidas que blindan su capacidad tanto en épocas de alta como de baja producción - La asignación se conocerá antes de verano

El camino hacia un nuevo modelo que ayude a sostener la actual estructura biflujo (dos líneas de producción) de la planta viguesa de PSA Peugeot Citroën está ahora más despejado. La dirección de Balaídos firmó ayer con las secciones sindicales de SIT-FSI, UGT y CC OO el acuerdo de medidas de flexibilidad que blindarán al centro tanto en escenarios de desplome de la demanda de coches como de alta actividad, como adelantó ayer FARO en su edición digital. Este paquete de medidas -que incluye desde tres nuevos expedientes de regulación de empleo (dos de suspensión y uno voluntario de extinción) a nuevos equipos de trabajo para fines de semana-, sumado al plan de medidas de competitividad ya articulado a finales de 2014 y que permitió la adjudicación a Vigo del K9 (la próxima generación de furgonetas de PSA y Opel), ha colocado la planta gallega en una posición de ventaja frente a sus competidoras en la carrera por un nuevo lanzamiento de "alto volumen de producción" sobre el que el grupo guarda un estricto silencio.

El centro vigués entra así en una nueva fase de la puja por el proyecto, del que hasta ahora solo ha trascendido que aportará "volúmenes de producción significativos" y que "se enmarca en un programa mundial", como reveló el propio director de PSA-Vigo y del polo ibérico del grupo, Yann Martin, el pasado febrero. Fuentes consultadas por este periódico aseguran que la planta de Balaídos es la clara favorita para este lanzamiento, con el que se rebasaría de nuevo la barrera de los 500.000 coches al año, hito solo conseguido en 2006 con un total de 547.000 unidades. Las mismas fuentes señalan que la adjudicación de este nuevo modelo o modelos (se desconoce el número de siluetas que conforman el proyecto) podría comunicarse antes del verano, ya que su lanzamiento industrial estaría previsto para 2019 (un año después del K9). De hecho, apuntan que algunos fabricantes de componentes ya están preparando sus ofertas para PSA.

El grupo que preside Carlos Tavares y la planta viguesa mantienen la más estricta confidencialidad sobre el nuevo proyecto, apelando a razones de "confidencialidad y de estrategia", aunque FARO ha podido conocer algunos detalles del lanzamiento. Como confirmó Martin, se enmarca en un programa de producción "mundial", en el que Vigo se posiciona como planta "de referencia para Europa", aunque este modelo o modelos se fabricarían también en China y probablemente, en Brasil. Además, formaría parte de un paquete de varios lanzamientos en los que también están implicadas plantas en Francia, Europa del Este o Marruecos, y que incluirían al menos las siluetas de un utilitario urbano, un todocamino o SUV y sedanes, pero cuyo reparto por centro todavía no está del todo decidido. La factoría de Balaídos, como ya avanzó este periódico, estaría posicionada para el SUV, aunque no hay una confirmación oficial al respecto.

Para la consecución del proyecto será clave el acuerdo refrendado ayer entre la dirección de PSA-Vigo y la mayoría sindical de SIT-FSI, UGT y CC OO. La CIG y la CUT rechazaron el plan, aunque en el caso de la central nacionalista matizó que se opone a los expedientes y a los cambios en los turnos (así como a las medidas de planificación industrial), pero no al plan de bajas para los trabajadores de más de 59 años. La CUT, en cambio, rechazó de plano todas las medidas y estudia con sus servicios jurídicos la posibilidad de impugnar o denunciar los ERE, ante lo que la empresa ha anunciado que hasta que se aclare si impugna o denuncia el expediente que daría salida a los veteranos no abrirá la posibilidad de acogerse al mismo en todas sus modalidades.

Las secciones que sí han firmado el acuerdo (SIT-FSI, UGT y CC OO) destacan la legalidad de los ERE y que la empresa ha incluido en el texto buena parte de las demandas que plantearon durante la negociación, como una mejora en las indemnizaciones, el mantenimiento de las tres semanas fijas de vacaciones para la plantilla en agosto y el compromiso de los que los contratos relevo tendrán preferencia en las futuras contrataciones del centro. A continuación se detallan las principales medidas de flexibilidad laboral a la baja y al alza pactadas con la mayoría sindical:

Medidas a la baja

Ante un previsible escenario de descenso de la producción en el periodo 2016-2018, PSA-Vigo dispondrá de tres expedientes de regulación de empleo (ERE): dos temporales y uno de extinción. Los eventuales, el primero para 510 trabajadores y el segundo, rotativo, para 158 efectivos de estructura, serán de 20 días, 10 para cada año, con los 5 primeros días sin compensación y complementados por la empresa hasta el 80% del salario a partir del sexto. En lo que respecta al ERE de extinción de hasta 400 trabajadores, para los mayores de 59 años se mantienen las indemnizaciones de anteriores ocasiones (3 anualidades brutas para los de 59 años, 2,5 para los de 60, 2 para los de 61, 1 para los de 62, 0,66 para los de 63 y 0,5 para los de 64) y la dirección de Balaídos acelerará la salida ya este año a quienes así lo soliciten.

En cambio, para los menores de 50 años la presión sindical ha servido para mejorar las indemnizaciones, de forma que percibirán una anualidad del salario bruto anual por cada ocho años de antigüedad, con un máximo de 2,5 anualidades. Quienes se acojan antes de octubre, recibirán una prima complementaria de 0,5 anualidades. Y para los que se acojan a la opción de regresar a la empresa a los treinta meses, la compensación pasa de una anualidad a 1,25 y podrán ejercer su derecho de retorno a los 36 meses con las mismas condiciones si hay disponibilidad.

Mecanismos al alza

La empresa podrá habilitar un cuarto turno nocturno para fines de semana y festivos en escenarios de alta actividad (lo que podría abrir la puerta a la contratación de un mínimo de 900 trabajadores), así como un equipo de mantenimiento voluntario también para los fines de semana en los talles de embutición y ferraje. Y se ha dado marcha atrás en su idea de reducir a dos las semanas de descanso fijas en agosto (la tercera semana se disfrutaría en los meses de junio, julio o septiembre). En su lugar, y para que los turnos A, B y Noche puedan descansar durante tres semanas consecutivas en agosto, la fábrica echaría mano del personal del nuevo turno de fin de semana.

A mayores, los sindicatos habían arrancado el compromiso a la empresa de que ante posibles contrataciones de personal en un futuro por necesidades de producción tengan prioridad los actuales contratos relevo. La planta también abrió la puerta a crear un centro especial de empleo dirigido al personal con grandes minusvalías reconocidas que quieran dejar su puesto voluntariamente en la compañía y desarrollar trabajos adaptados a sus minusvalías en proveedoras de PSA-Vigo. En esos casos, el centro acompañaría el paso a esas otras empresas con una indemnización de una anualidad y el compromiso de mantener sus condiciones económicas.

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