Con 2015 terminó el ajuste de precios del sector inmobiliario en Galicia. El ejercicio concluyó con más transacciones (14.619, un alza del 4,15%) pero con los precios todavía en una tendencia descendente que, según los expertos, ha concluido ya en los primeros tres meses de 2016. El precio medio de las compraventas en la comunidad fue de 107.320 euros, su valor más bajo en la última década y solo por encima de los niveles previos a la expansión del ladrillo y el dinero barato, en el año 2004. Entonces la inversión para comprar un piso era de 98.042 euros, que se dispararía por encima de los 141.000 euros en 2010, según los datos aportados por el Ministerio de Fomento.
El hecho de que se haya recuperado el empleo (32.100 ocupados más en el último año) ha propiciado una recuperación de las operaciones, pero el apalancamiento de las familias y la sobreoferta de vivienda nueva en algunas zonas empujó a la baja los precios. Por este motivo el sector de la construcción recuperó una décima de su peso en el Producto Interior Bruto (PIB) gallego, hasta el 6,4% y 3.600 millones de euros, mientras que las empresas que se dedican a la venta y promoción pasaron de representar un 9,4 a un 9,2% en la generación de riqueza de la economía (5.150 millones de euros). En todo caso el mercado no es uniforme, como destacan los expertos, y en provincias como Pontevedra fueron los inmuebles de segunda mano los que sí repuntaron su valor, sobre todo por la falta de stock de casas sin usar.
Este tipo de pisos pasaron de valer 118.978 euros a 122.000 gracias al tirón de ciudades como Vigo, donde hay demanda de viviendas y poca oferta. En A Coruña, por ejemplo, el coste de las casas de segunda mano continuó a la baja y son más económicas que en Pontevedra, con una media de 107.468 euros. Para 2016 expertos como Diego Esquer, responsable en Galicia de la compañía de tasación Gesvalt, los precios subirán hasta un 3% en ambas provincias, mientras que se mantendrán sin variaciones en Ourense. En Lugo, por contra, con una gran bolsa de viviendas vacías en la costa y promociones sin terminar. Las viviendas nuevas en el caso lucense pasaron de costar de media 135.000 euros en el tercer trimestre de 2015 a los 79.500 en el cuarto, un ajuste superior al 40%. Aquí seguirán bajando los precios.
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Muestra del mayor dinamismo del mercado y del resultado de la reestructuración financiera es la tendencia de los bancos de conceder más créditos. En 2014, según el Colegio de Registradores, las entidades concedieron hipotecas del 77,4% del valor de la vivienda (ratio loan-to-value o LTV), con unos 84.300 euros. A cierre de 2015 la financiación aumentó hasta los 91.637 euros, lo que eleva la ratio LTV por encima del 85%. Para clientes VIP y solventes, y siempre que el piso sea propiedad del banco, hay entidades que vuelven a financiar el 100% del valor del inmueble.
