Gran parte de las históricas compañías pesqueras de Vigo evolucionaron desde fábricas de salazón o pequeñas armadoras hasta convertirse en firmas de elaboración y distribución de pescado. Pero diversos factores externos (la creación de empresas mixtas en los ochenta y noventa o la incorporación a la extinta Comunidad Económica Europea) e internos (la falta de renovación generacional en las armadoras, el desguace de buques y el incremento de la demanda) han propiciado la expansión de las traders, compañías que se dedican a nutrir a la gran industria de materia prima. Solo las firmas radicadas en la provincia de Pontevedra, sobre todo en Vigo, facturan más de 2.100 millones de euros, según los datos recogidos por el Informe Ardán y seleccionados por FARO.
El paradigma de este tipo de compañías es la viguesa Interatlantic Fish, la compañía líder en el sector del trading de pescado en España y es la principal proveedora en el país de salmón y calamar gigante (o giant squid), con el que se fabrican anillas rebozadas o surimi. Pero no tiene barcos porque le basta con adquirir salmón en Alaska, Rusia o Chile, calamar en Perú o huevas de bacalao a un proveedor del Báltico. Trabaja con compañías de la dimensión de Pescanova, Grupo Profand o Fandicosta. Destaca también Europacífico, una compañía instalada en el Berbés que comercializa para España y Portugal las capturas de la mayor flota de Chile y está aliada con el gigante nipón Nissui. Pero las grandes firmas disponen también de sociedades de trading para la compra de materia prima, aunque en este caso son proveedores de sí mismos. Es el caso de Pescanova Alimentación (facturó 203,8 millones en 2014), Atunlo (participada por Comercial Pernas, con ingresos de 64,3 millones) o Casa Botas (con ingresos superiores a los 45,5 millones de euros). Tiene flota pero, como indica en su página web, mantiene una "red de expertos compradores en diferentes puertos del mundo, garantizando así la disponibilidad constante de materia prima".
Si del listado se eliminan las grandes firmas que también disponen de flota y plantas de elaboración aunque también desarrollen actividades de trading (Mascato, Iberconsa, Pescapuerta, Pereira, Galfrío, Cabomar), la facturación de esta red de compañías supera igualmente los 1.430 millones de euros al año. Y las perspectivas solo son favorables para este sector, ya que las plantas de elaboración necesitan elevar la producción para abastecer la demanda. Prácticamente cada semana el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) publica la constitución de firmas de este tipo, sociedades limitadas con el mínimo de capital social desembolsado. Europacífico, por ejemplo, facturó más de 40 millones en 2014 y no alcanza la veintena de empleados; Frioantartic y Frioantartic Export tienen cero y 14 trabajadores, pero se dedican al trading y suman una facturación conjunta que supera los 60 millones de euros.
