FCC presentó ayer un expediente de regulación de empleo (ERE) en su negocio de construcción en España que afectará a 750 trabajadores, lo que supone el 15,6% de la plantilla actual de esta división. La compañía atribuye este recorte al continuo descenso que el negocio del ladrillo viene registrando en España, una caída que no puede compensarse en su totalidad con la mayor actividad internacional. Horas después de que saliera a la luz el ajuste el magnate mexicano Carlos lanzó una oferta (OPA) para intentar hacerse con el cien por cien de la compañía que preside Esther Koplowitz, ahora controla más del 30%.

En cuanto al empleo, se trata del tercer ajuste de personal que FCC realiza en su área de construcción en España en los últimos tres años, tras los dos ERE que acometió en 2013 y que afectaron a 1.717 empleados. La compañía cuenta medio centenar de trabajadores en su área de construcción en Galicia, donde ahora pretenden meter tijera. De 2013 para acá la compañía puso en marcha su plan de ajuste y saneamiento, ha acometido recortes de plantilla también en sus servicios centrales, en la división industrial y en su filial Cementos Portland. No obstante, el ERE planteado ayer por el grupo de construcción y servicios es el primero que aborda tras la entrada del multimillonario mexicano Carlos Slim en su capital y el nombramiento de Carlos Jarque como nuevo consejero delegado.

Precisamente, en su primera intervención pública con ocasión de la presentación de los resultados de la empresa en 2015, Jarque aseguró que tomaría "todas las medidas que sean necesarias para completar un total saneamiento" del grupo.

Mientras tanto, Carlos Slim prepara su ofensiva para tener el control total de la empresa. En su OPA, el mexicano ofrecerá 7,6 euros por acción (un 15% de lo que valían al cierre de ayer en la bolsa, 6,59 euros), lo que supone valorar la compañía en unos 5.100 millones de euros.