La cervecera gallega Hijos de Rivera está en una senda de crecimiento constante sólo comparable con la de su vecina arteixana Inditex. La productora de Estrella Galicia suma ya seis años (desde 2009) de mejora continuada de la producción, de las ventas y de los beneficios antes de impuestos, amortizaciones y depreciaciones (Ebitda), lo que le permitió batir el año pasado todos sus récords, también en cuanto a inversiones. La compañía con sede en el polígono de A Grela facturó en 2015 casi 332 millones de euros, un 18,5% más que un año antes (280 millones) y el doble (+97%) que los 168,4 millones obtenidos en 2009.

El Ebitda subió en igual medida que las ventas respecto a 2014, un 18,6%, de 78,9 a 93,6 millones, y un 75% en relación con hace seis años, cuando las ganancias del grupo antes de impuestos superaron levemente los 53 millones. A estas buenas cifras hay que sumar los máximos en producción e inversión, lo que provocó que el consejero delegado de la empresa, Ignacio Rivera, calificase, en la presentación de resultados de ayer, el 2015 como "un año fantástico, histórico".

Hijos de Rivera sacó al mercado 203,6 millones de litros de cerveza el año pasado, un 17,4% más que los 173,4 millones de litros del ejercicio anterior y el doble que en 2009, cuando produjo 101 millones de litros. La compañía se enfrenta ahora a la necesidad de ampliar su fábrica -para lo que está en negociaciones con el Concello de A Coruña- pues en los niveles de crecimiento actual la producción se hará insuficiente para atender la demanda. "La sala de cocimiento tiene capacidad para 240 millones de litros y si en 2016 crecemos al mismo ritmo que el año pasado alcanzaremos los 230 millones de litros, con lo que en verano de 2017 estaríamos muertos", relató Rivera. Por ello, el grupo tiene previsto -mediante una recalificación de terrenos- ampliar sus instalaciones y elevar la capacidad de cocimiento hasta los 400 millones de litros, un proyecto en el que prevé invertir 150 millones en tres años y que generará 250 empleos. "Es uno de nuestros sueños", explicó el consejero delegado de la cervecera gallega, que también aspira a lograr un Ebitda de 100 millones y que facturación y producción suban un 8% este año.

En cuanto al empleo, cuenta con 963 trabajadores (el 90% indefinidos), 86 más que en 2014 (+10%), y prevé un alza del 6% este año, con lo que superaría el millar.

Mientras, las inversiones de Hijos de Rivera ascendieron en 2015 a 59,3 millones, máximos también de la compañía, aunque el crecimiento no fue constante desde 2009 como en el resto de cifras, al sufrir un pequeño descenso en 2010 y 2011. El 80% de estos fondos fue para mejoras internas (crecimiento orgánico) y el 20% restante para adquisiciones (inorgánico).

Precisamente, la operación más importante de la firma gallega el año pasado fue la compra de la empresa de agua mineral Fontarel, que se sumó a sus marcas Cabreiroá y Agua de Cuevas. Pese a que el negocio cervecero aporta el 80% de la facturación del grupo, Hijos de Rivera aspira a seguir con su crecimiento en el sector de las aguas y en la distribución. Cabreiroá sacó al mercado el año pasado 60 millones de litros de agua, Fontarel 50 y Agua de Cuevas, 40. En total suman más de 150 millones de litros, con lo que casi cuadriplicó los 40 millones de litros que comercializaba en 2009 solo con Cabreiroá.

Rivera se mostró satisfecho porque la compañía mejora "en todos lados" y entre sus objetivos está afianzar su posición en el sector premium y convertirse en "líder de la cultura cervecera". "Entramos en comunidades que ya tienen alguna cerveza líder, pero solemos ser la alternativa a las autóctonas (tanto en Andalucía, como en el Levante o el interior) porque nuestro producto es diferente, cocinado a fuego lento", resaltó el consejero delegado del grupo fundado en 1906.