El grupo portugués ICC-Lavoro, especializado en el diseño y fabricación de calzado de seguridad, ha explorado varias localizaciones en el sur de las provincias de Pontevedra y Ourense para abrir una nueva planta y reforzar sus ventas en el mercado español, según reveló a FARO su presidente, Teófilo Leite, que apuntó que la inversión alcanzaría los 10 millones de euros, con la previsión de crear unos 100 empleos. La compañía lusa, con 500 trabajadores repartidos entre Portugal e India, tomará una decisión en los próximos seis meses y ya sondeó terrenos en las zonas empresariales de Salvaterra y Verín.
Esta posible inversión se enmarca en el plan de crecimiento de la compañía hasta 2020, con el que pretende duplicar su facturación en ese periodo, hasta alcanzar los 25 millones de euros. Con sede en Guimarães y una filial en Düsseldorf (Alemania), Lavoro ha establecido como mercados estratégicos de crecimiento el alemán y el español. En este último, según Leite, pretende pasar del millón de euros anual en ventas a los 5 millones en el mismo plazo, para lo que la empresa baraja dos opciones: abrir una nueva planta en el sur de Galicia o comprar una empresa competidora española y mejorar instalaciones ya existentes.
La primera opción es la que a priori tiene más interés para el grupo, ya que permitiría descongestionar las instalaciones de Guimarães, al 100% de su capacidad. Se trataría de una planta de producto final, de inyección y montaje de los materiales del calzado, similar a la portuguesa. "Para nosotros es importante producir en España porque la planta de Guimarães está saturada y necesitamos duplicar nuestra capacidad, y porque en España también están muchos de nuestros proveedores de materias primas", explicó Leite. A mayores, el presidente y fundador de ICC-Lavoro no oculta que su vinculación personal con Vigo juega a favor.
Las zonas industriales de la Plisan en Salvaterra-As Neves y Verín son las más interesantes para la compañía lusa, sobre todo la última por su proximidad a Guimarães (a unos 120 kilómetros) y su comunicación con la autovía por la que Lavoro exporta la mayor parte de sus productos a Europa. La compañía lusa, que este año celebra su trigésimo aniversario, es el mayor fabricante del país de calzado de seguridad y exporta a más de 50 países en todo el mundo. Entre sus clientes se encuentran grandes firmas como Coca-Cola, Ryanair, Mercedes-Benz o McLaren, entre otras.
Leite explicó que el éxito de sus productos se basa en la innovación y el desarrollo, para lo que mantiene numerosas colaboraciones con centros tecnológicos y universidades lusas y extranjeras. "Nosotros no vendemos zapatos para trabajadores, sino soluciones de calzado adaptadas a la persona y a la función que realiza", subrayó. La compañía participó hace unas semanas en el Salón Internacional de la Seguridad (SICUR) de Madrid, en el que ofreció sus soluciones tecnológicas a sectores como el forestal, electrónica, transporte, hospitalario, construcción, fuerzas armadas, minería, bomberos, etc.
