Pescanova Sociedad Anónima, antigua cabecera de la multinacional pesquera gallega y dueña a día de hoy del 20% del holding Nueva Pescanova, no nombrará a dos personas físicas como representantes en el consejo de administración de la compañía. La SA, conocida como vieja Pescanova, ha decidido que sean dos sociedades mercantiles las que ocupen el puesto de consejero: la propia Pescanova SA y "una filial" creada exclusivamente para este cometido, Pescanova Participaciones. "Antes de cada consejo se notificará qué persona acude en nombre de cada firma", indicaron a FARO fuentes de la compañía. Por tanto, los antiguos socios permitirán que otros accionistas de peso puedan acudir a los cónclaves de Nueva Pescanova, donde manda la banca, y no solo Diego Fontán (Crisgadini SL, esposo de Carolina Masaveu) y Fernando Herce (Iberfomento). Son los dos únicos consejeros de Pescanova SA con acciones en la empresa.
Grandes accionistas como Cartesian Capital Group o Broadbill Investment Partners no ocupan cargo alguno ni en la vieja ni en Nueva Pescanova, pero ahora sí podrán asistir a las reuniones de primer nivel de la pesquera si los antiguos accionistas nombran a alguno de sus ejecutivos como representes en las sesiones, que por regla general se producen una vez al mes. "Es un sistema habitual y permitirá que no vayan siempre las mismas personas a los consejos", indicaron las mismas fuentes. Será el próximo jueves 25 cuando se formalice la composición de toda la ejecutiva de la pesquera, integrada por doce personas. Dos de ellas velarán por los intereses de los antiguos accionistas; el resto, a excepción del futuro presidente, Jacobo González-Robatto, son "independientes" designados por las entidades financieras.
Lo que no ha trascendido es qué dos personas nombrarán Pescanova SA y Pescanova Participaciones en la asamblea de la semana próxima, y solo se sabe que son consejeros de la vieja matriz. En total son cuatro: Fontán, Herce, Alejandro Legarda y César Mata. Los dos primeros son los que más se han capitalizado en el último año para reconquistar "desde dentro" el cetro de la multinacional de Chapela, y poseen diez millones de euros para acudir a una ampliación de capital de la SA, ya sea una vez que haya vuelto a cotizar o sin haber regresado al parqué. En tanto esta sociedad no tenga más actividad y protagonismo, sus cuatro consejeros cobrarán un máximo de 20.000 euros al año, más lo que puedan ingresar si acuden a las sesiones de Nueva Pescanova. Hasta que la pesquera no salga de pérdidas y distribuya dividendo, su antigua matriz tendrá que vivir casi de rentas, de ahí que se apriete el cinturón.
Con estos dos nombres se completa la composición del primer consejo de Nueva Pescanova SL: Jacobo González-Robatto (presidente), Ignacio González (consejero delegado), Elena Salgado, Fernando Valdés, Mariano Riestra, Ricard Iglesias, Óscar García Maceiras, Antonio Couceiro, Ramón Mas Sumalla, José Luis Sáenz de Miera, Pescanova SA y Pescanova Participaciones. El primer y único consejero independiente de la historia de la compañía será Miguel Ruiz-Gallardón, un notario madrileño primo del de Justicia.
