Las compañías energéticas no repercuten la caída de la cotización internacional del petróleo al precio final que pagan los consumidores en las estaciones de servicio. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) difundió ayer el boletín de precios de los combustibles del mes de diciembre, cuando el barril de Brent llegó a pagarse por debajo de los 30 dólares. Pese a este abruto descenso, las petroleras incrementaron sus márgenes un 8,8% en el gasóleo (18,6 céntimos por litro) y un 5% en la gasolina 95 (18 céntimos por litro). El margen es la diferencia que obtienen entre lo que pagan por el crudo y el precio que piden en las gasolineras. En el conjunto del año el rendimiento de las compañías creció un 3%.

En diciembre de 2015, el Precio de Venta al Público (PVP) promedio de la gasolina se redujo un 2%, hasta 1,15 euros de media por litro, y registró el segundo precio mensual más bajo del año, mientras que el gasóleo se abarató un 6%, hasta un euro por litro, su nivel más bajo del año. Sin embargo, en diciembre el precio de la cotización internacional de referencia de la gasolina descendió un 8,5%, mientras que en el caso del gasóleo el descenso fue del 20,8%, o de 7,17 céntimos de euro por litro. El precio antes de impuestos de la gasolina 95 disminuyó un 4% en diciembre, o 2,02 céntimos de euro por litro, mientras que el del gasóleo A se redujo un 11%, o en 5,66 céntimos de euro por litro. Pontevedra en la gasolina 95 y Ourense en diésel fueron las provincias más caras de la España peninsular.

Las estaciones de servicio integradas en la red de distribución de BP marcaron los precios promedio más altos en ambos carburantes. Les siguieron las de Cepsa para gasolina 95 y las de Repsol para gasóleo A. La CNMC indica que los precios promedio de los tres operadores con capacidad de refino en España fueron superiores a los de otros operadores con redes destacadas como Galp Energía o Disa Península.