En 2015 los trabajadores gallegos abandonaron el mercado laboral, de media, a los 64,1 años de edad. Aunque las condiciones de vida de los mayores ha mejorado de forma notoria -los nuevos jubilados ganan unos 380 euros más al mes que los que acaban de fallecer y que acumulaban en torno a quince años de retiro-, la crisis y la reforma del sistema público de pensiones ha trastocado esta realidad. Por primera vez en la historia las personas que se jubilaron en diciembre perciben una paga más baja que los que lo hicieron un año antes. La nómina media por jubilación ascendió a 1.139,07 euros, 33,22 euros menos que la de los trabajadores que cobraron una pensión por primera vez en el último mes de 2014. Es una caída de casi el 3%. Aunque es previsible que esta situación no se repita todos los meses, sí avanza lo que sucederá en el futuro: pensiones más bajas y más años de cotización.
Son datos oficiales del Ministerio de Empleo y Seguridad Social y que constatan lo siguiente: las prestaciones contributivas que dependen de la aportación por IRPF caen, por eso también se han reducido las pagas de aquellos que tienen derecho a una incapacidad permanente. Por contra, pensiones como las de viudedad y favor familiar sí aumentaron entre 37 y 20 euros al año, respectivamente. Pero las prestaciones por jubilación son las más ilustrativas porque son las más numerosas en Galicia. Representan el 62% del total, con cerca de 468.000 beneficiarios en la comunidad. Los 1.139 euros a los que tienen derecho los nuevos jubilados es la cifra más baja desde 2011, momento en que las pagas ascendían de media a 1.138,73 euros.
En perspectiva
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¿Qué consecuencia acarrea este descenso? Que, por primera vez en la serie histórica disponible, la paga media del conjunto de los 754.000 pensionistas de Galicia cobren menos respecto a un ejercicio precedente. La paga general para los gallegos, la segunda más baja de España tras Extremadura, se quedó en diciembre en los 899,01 euros, frente a los 923,45 euros del mismo mes de 2014, los 943,79 de 2013 y los 922,10 de 2012. A favor de esta realidad está la deflación, que hace que los mayores dispongan de más poder adquisitivo. En contra, que la perspectiva no es buena.
En 2013, por ejemplo, el número de personas de entre 56 y 65 años que cobraban por debajo del salario mínimo en España era de 493.780. Un año más tarde -la de 2014 es la última estadística disponible- esta cifra se elevó hasta las 505.533. Y la situación es peor para los cotizantes de entre 46 y 55 años, puesto que las remuneraciones son cada vez más bajas y penalizará en las pensiones que cobrarán en el futuro. En 2013 eran 956.603 personas en esta franja de edad las que no llegaban al salario mínimo, cifra que se elevó hasta superar el millón (1.011.081) un año después. Supone un incremento del 5,7% en solo doce meses, según los datos de la Agencia Tributaria.
De vuelta en Galicia, el año pasado se dieron de alta en el sistema de pensiones 20.811 jubilados y las bajas ascendieron a 23.502. Pero la caja de la Seguridad Social también abona pagas de incapacidad permanente, viudedad, orfandad y favor familiar, y en su conjunto hubo más altas (40.474) que bajas (38.336). Por eso la nómina anual, el coste que tiene el gasto en pensiones no para de crecer. En 2015 ascendió a 7.829 millones de euros y, con toda probabilidad, superará los 8.000 millones en 2016.
