Los avances tecnológicos, el cambio en el patrón de consumo y las ayudas públicas como el Programa de Incentivos al Vehículo Eficiente (PIVE) no solo han provocado un vuelco en el tipo de vehículos que circulan por las carreteras gallegas, sino también en el dinero que se lleva el Fisco por cada nueva matriculación. En Galicia se vendieron 42.379 vehículos en 2015, 6.260 más que durante el ejercicio anterior, lo que permitió incrementar levemente la recaudación de la Agencia Tributaria. Eso sí, por primera vez en la serie histórica disponible apenas 22 de cada cien coches vendidos en la comunidad tuvieron que pagar el impuesto de matriculación. Y eso convierte a Galicia en la segunda comunidad, tras Madrid, con el mayor porcentaje de ventas de vehículos eficientes de toda España.
De los coches vendidos en la comunidad gallega el año pasado, 32.809 (el 77,42%) se vieron exentos de abonar el impuesto al registrar una emisión media de CO2 de menos de 120 gramos por kilómetro. Apenas 608 vehículos, el 1,43% del total, tuvieron que abonar la franja máxima del impuesto, del 14,75% del valor del coche, al registrar una emisión media de 232 gramos de CO2. En toda España las unidades exentas de pagar la tasa fueron 765.108, el 74,24% de las matriculaciones totales, otro máximo histórico que la patronal de concesionarios achaca tanto al PIVE como a los desarrollos tecnológicos de la industria del automóvil. Las comunidades que menos coches eficientes matricularon el año pasado fueron Canarias (64,83%), Cataluña (68,65%) y La Rioja (69,62%). En los dos últimos casos se justifica por un mayor valor de los vehículos vendidos -de más consumo y cilindrada-, con un precio medio superior a los 17.000 euros. En Galicia la media apenas superó los 16.000.
Desde la puesta en marcha del plan público de ayudas a la compra de coches, "las emisiones medias de dióxido de carbono de los coches matriculados han caído un 10%", como constata la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto). Esta organización señaló también como factor para el recorte de emisiones la tendencia de los consumidores hacia modelos más pequeños y eficientes. "El PIVE es la mejor herramienta que tenemos para acelerar la reducción de emisiones de dióxido de carbono porque obliga al achatarramiento de coches que superan los diez años de edad, menos desarrollados tecnológicamente y, en consecuencia, responsables de más emisiones", asevera el presidente de Faconauto, Jaume Roura.
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Este vuelco tecnológico en los vehículos ha pasado factura a la recaudación del impuesto de matriculación, que hace cinco años reportó a Hacienda 30,9 millones de euros por los coches vendidos en Galicia y 641,5 en toda España. El año pasado, pese a la recuperación del mercado, en la comunidad apenas se recaudaron 10,9 millones de euros, por los 305,2 a nivel estatal. Es cierto que la recaudación en Galicia creció de forma consecutiva en los tres últimos años, pero en ningún caso superó los 11 millones de euros. En 2010 solo el 42,39% de los coches recién matriculados estaban exentos de pagar el impuesto (el 37,32% en España). La tendencia muestra que esta tasa será, con el tiempo, aún más residual.
