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El futuro de la compañía pesquera

Pescanova activa el crédito de 125 millones que hipoteca a la multinacional hasta 2034

El G7 ya aportó 83,4 millones en diciembre para capital circulante e invita a los acreedores a participar -La firma tendrá que devolver 2,4 euros adicionales por cada euro que utilice

Exterior de una de las factorías del grupo en Chapela. // M. G. Brea

El administrador único de Nueva Pescanova y futuro presidente, Jacobo González-Robatto, ha aprovechado la convocatoria formal de la junta extraordinaria de accionistas para hacer dos anuncios: que todos los acreedores están invitados a participar en el crédito de 125 millones que va a alimentar la financiación de la compañía y que el llamado G7 (Sabadell, Popular, CaixaBank, Abanca, Bankia, BBVA y UBI Banca) ya aportó en diciembre 83,448 millones de euros para capital circulante. Se trata de un compromiso que hipotecará a la empresa hasta 2034, que tiene un interés del 15% anual y conlleva la suscripción de una deuda adicional de 300 millones de euros. Un compromiso firmado en abril de 2014 que, reconoce González-Robatto en una carta a los acreedores, "supone una contraprestación por las quitas y esperas planteadas" en el convenio de Pescanova.

La multinacional publicó ayer en su página web la convocatoria de la junta del 25 de febrero -fecha que avanzó FARO el pasado viernes- y las condiciones del crédito supersenior. Ante las acusaciones de la vieja Pescanova, que tilda de "usureras" las condiciones que lleva aparejadas, Robatto incide en la misma carta en que fue la administración concursal (Deloitte) y el expresidente Juan Manuel Urgoiti los que firmaron el contrato de financiación cuando Damm y Luxempart delegaron en la banca la responsabilidad de reflotar la empresa. Lo que ignoraban ayer fuentes de la antigua matriz es que ya se hubiesen concedido más de 80 millones del mismo crédito.

Fuentes de la compañía explicaron a este periódico que fue necesario echar mano de esta financiación especial para hacer frente a "determinadas financiaciones de circulante" que vencían antes de final de año y que Nueva Pescanova, por contrato, no podía suscribir ningún tipo de crédito que no fuera el supersenior. Lo que ahora hace el G7 es invitar al resto de acreedores financieros -el colapso de Pescanova atrapó a más de un centenar de bancos de todo el mundo- a conceder los 41,5 millones que restan hasta los 125 acordados inicialmente. Eso sí, muchas de las entidades afectadas por la caída del gigante pesquero vendieron su deuda a fondos buitre (distressed funds), que son los que ahora podrían beneficiarse de estas condiciones. Los que quieran participar deberán comunicarlo antes del 17 de febrero y desembolsar el dinero antes del 5 de marzo.

La devolución

Nueva Pescanova dispondrá de los 125 millones durante dos años y destinará el dinero a financiar circulante, flujos de caja operativos y capex (capital expenditures), que son inversiones en nuevos activos, como consta en el contrato. Ahora bien, está prácticamente descartada la construcción de los dos arrastreros que había anunciado el propio Robatto pese a que la edad media de la flota de Pescanova supera los treinta años. La compañía, según el futuro presidente, "se mantiene en constante búsqueda de alternativas que permitan beneficiarse de las mejores condiciones de financiación disponibles en el mercado". El crédito vence en 2022.

Lo que prolonga el peso de la carga financiera de Nueva Pescanova es el "crédito adicional subordinado" de 300 millones de euros, que expira en 2034, prorrogables diez años más. Esta "contraprestación a los acreedores" devenga un tipo interés anual del 1% a pagar cada seis meses. La suma de ambas cantidades (125 más 300) rebajaría la quita que sufrieron los bancos desde los 1.860 a los 1.435 millones de euros. "¿Hay algún motivo por el que se haya activado el crédito por el administrador único?", se preguntaban ayer desde el entorno de la vieja Pescanova, que indicaron que la multinacional estuvo financiándose hasta septiembre al 5% para capital circulante y ahora lo ha hecho diez puntos más caro.

La junta del 25

Y es que los dos consejeros que nombrará la antigua cabecera del grupo pesquero serán los máximos fiscalizadores de Robatto y su equipo, aunque en la próxima asamblea extraordinaria finalmente no se someterá a votación el cambio en los estatutos que había generado una sonora polémica. La banca dio por hecho que llevaría a los tribunales al antiguo consejo si no se revertía la modificación de esta norma y que le impide ampliar capital hasta el 1 de agosto. Sí habrá cambios en los estatutos, pero esta polémica quedará al margen por el momento. En la junta se procederá a admitir la dimisión de González-Robatto como administrador único antes de erigirse en presidente no ejecutivo, además de nombrar a los doce consejeros. Nueva Pescanova no aportó ayer la documentación que está detrás de cada uno de los puntos de la orden del día.

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