Amancio Ortega ha vuelto a cumplir su tradición de estrenar el año a lo grande. Antes de cumplirse un mes de su última adquisición en Londres -un edificio histórico de oficinas por el que pagó 320 millones- el fundador de Inditex está a punto de poner una pica en Asia. Su brazo inversor Pontegadea ultima la adquisición del M Plaza, un edificio comercial y de uso hotelero situado en la mayor calle comercial de Seúl, capital de Corea del Sur, por unos 330 millones. De cerrarse este negocio -que según ha podido saber este diario, está pendiente sólo de algunos flecos-, la segunda mayor fortuna del mundo habría destinado 2.071 millones de euros a engordar su cartera inmobiliaria desde enero del año pasado. Esta cifra equivale a algo más de un tercio del valor de todos los activos que atesora en Pontegadea, que hasta ahora superaban los 6.000 millones de euros.

El edificio que Ortega negocia comprar salió a la venta a mediados del año pasado. Se trata de un bloque de 22 plantas y 27.000 metros cuadrados de superficie que alberga varios locales comerciales en sus cinco primeros pisos. Entre ellos, se encuentra la tienda emblemática de Zara en Seúl, con una superficie de 1.300 metros cuadrados y amplios escaparates abiertos a la calle Myeongdong, la principal arteria comercial de la ciudad. Además de la cadena estrella del grupo Inditex, en el M Plaza tienen tienda Forever21, Folli Folli o Daiso, entre otras empresas del sector textil.

Además de esa suerte de centro comercial, las otras 17 plantas del inmueble albergan un hotel de cuatro estrellas, el Solaria Nishitetsu, que pertenece al grupo West Japan Railway. Así es que el M Plaza encaja a la perfección en la cartera de edificios que le gusta comprar al fundador de Inditex; inmuebles de uso comercial, situados en las principales ciudades del mundo que cada mes generan una abultada suma en rentas de alquiler.

La operación que negocia tras haber desbancado de la puja a un numeroso grupo de inversores internacionales es sin embargo la primera compra que Pontegadea intenta cerrar en Asia, donde Ortega no tenía hasta ahora propiedades inmobiliarias, aunque sí cientos de tiendas de las ocho cadenas del grupo Inditex. El vendedor apostó por zanjar la negociación con Pontegadea tras comprobar que su inversión sería directa y que a diferencia de las otras ofertas, no necesitaba poner de acuerdo a los diversos inversores que forman parte de los fondos ofertantes.

Ortega es además ampliamente conocido por sus operaciones inmobiliarias, tras haber conquistado -y con creces- el mercado londinense, donde centró buena parte de sus últimas adquisiciones, además de Madrid, Barcelona o Nueva York.

El brazo inversor de Amancio Ortega cuenta con activos cuyo valor supera los 6.000 millones de euros distribuidos en España, Portugal, Francia, Italia, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y México.

Pontegadea cerró desde el mes de enero del año pasado seis grandes operaciones en Londres, Nueva York, Madrid o Miami que suman 2.071 millones de euros de inversión, un 2,3% del valor que el grupo Inditex tiene en Bolsa (actualmente, próximo a los 90.000 millones de euros).

La primera de esas últimas transacciones fue la sede del grupo minero Río Tinto por 338 millones, desvelada el 7 de enero de 2015 y un día antes de que Inditex anunciase la compra de un inmueble en el Soho de Nueva York por otros 237 millones. Poco después, el 27 de enero de 2015, Amancio Ortega cerró la adquisición del número 42 de la Gran Vía madrileña, antigua sede del grupo Prisa, donde tiene como inquilinos entre otros a los grupos textiles Primark, Mango o H&M, rivales de Zara.