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Gestamp Vigo retoma las ofertas a Nissan y Ford tras lograr un acuerdo de convenio

El nuevo texto tiene una vigencia de dos años y está condicionado a la adjudicación de estos dos pedidos - El preacuerdo con CIG y CC OO también se someterá a referendo

Zona de almacenaje de la planta de Gestamp Vigo en el polígono porriñés de As Gándaras. // Marta G. Brea

La planta de Porriño del grupo Gestamp (Gestamp Vigo) ha retomado las ofertas para recibir nuevos proyectos de Nissan y Ford tras el preacuerdo alcanzado ayer entre la dirección y los representantes de CIG y CC OO en el comité de empresa sobre el nuevo convenio colectivo, que tendrá dos años de vigencia (2016-2017), según ha podido saber FARO. El preacuerdo, que será explicado hoy en asamblea a la plantilla y se someterá a referendo mañana (como el plan de medidas de competitividad que fue rechazado en noviembre), incluye un incremento salarial del 1,5% a partir de 2018, mejora una paga de beneficios, reduce cuatro horas la jornada anual e introduce un nuevo equipo voluntario de fin de semana y una categoría profesional para los nuevos ingresos en la empresa válida por un máximo de 3,5 años, entre otras medidas.

La negociación del convenio se aceleró tras el veto de la mayoría de los trabajadores al plan de medidas de competitividad que había sido aprobado solo por la CIG. Dicho plan incluía nuevas medidas de flexibilidad laboral y ajustes en materia económica (congelación salarial durante dos años, una nueva escala salarial transitoria, etc.) y buscaba colocar a la planta del polígono de As Gándaras como favorita en la pelea por dos contratos de Ford y Nissan, que supondrían una facturación adicional de 28 millones y la creación de 75 puestos de empleo, como avanzó este periódico. Los pedidos permitirían además convertir Gestamp Vigo en una planta multimarca (reduciendo la dependencia de la factoría de Balaídos de PSA Peugeot Citroën) especializada en la fabricación de ejes, producto en el que la corporación vasca pretende ser líder mundial.

El rechazo al plan provocó la pérdida del contrato de Ford, pero la empresa puso el pasado enero sobre la mesa la posibilidad de optar a un componente similar para el mismo fabricante, aunque cuyo inicio de producción ya no sería el próximo mes de septiembre, sino 2017, como el producto de Nissan. El nuevo convenio tiene vigencia de dos años y el acuerdo está supeditado a la adjudicación de estos nuevos proyectos (una cuna de motor para Ford y un eje para Nissan). En materia económica, se acuerda la congelación salarial para 2016 y 2017, pero una subida en las tablas del 1,5% a partir de 2018. La empresa también mejorará la paga de beneficios en 2017, tanto en la parte fija como en la variable. Se crea un turno de apoyo de fin de semana, con una compensación del 5% adicional con respecto al precio pactado para la distribución irregular de la jornada; y se crea una categoría laboral de entrada con un salario bruto anual mínimo de 18.998,15 euros. Las condiciones económicas se equipararían a las de la plantilla actual a partir de los tres años y seis meses.

Como ocurrió con el plan de medidas de competitividad, el preacuerdo del convenio será sometido mañana a referendo. De no conseguir estos dos nuevos proyectos, la planta de Porriño tendría que esperar a 2018 para que entrase nueva carga de trabajo (varias referencias para el proyecto K9 de PSA-Vigo), lo que obligaría a mantener fórmulas como el expediente de regulación de empleo temporal para ajustarse a las necesidades de la demanda. Esta factoría llegó a emplear a cerca de medio millar de trabajadores (461 en 2007, según el Ardán) y hoy roza los 300 tras varios procesos de reestructuración para adaptarse a la caída de los pedidos de su principal cliente (PSA-Vigo), en parte por la llegada de nuevos competidores en el segmento de componentes de estampación como Benteler y Snop.

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