La segunda multinacional de Galicia y el tercer grupo pesquero de Europa, capaz de facturar más de 1.000 millones anuales en actividades de extracción, cultivo, elaboración y distribución de productos del mar vale menos de 70 millones de euros. Es la estimación realizada por los administradores de Pescanova SA, la antigua matriz de la compañía y titular a día de hoy del 20% holding pesquero Nueva Pescanova SL. Las acciones de la sociedad anónima dejaron de cotizar el 13 de marzo de 2013 a 5,91 euros por título y con un valor bursátil de 169,84 millones. La estimación "provisional" de la empresa eleva a 13,935 millones el 20% que la vieja Pescanova tiene en todo el grupo, bajo control de la banca, con lo que el valor de la multinacional en su conjunto asciende a 69,679 millones.
Así consta en el informe de estados financieros relativos al pasado ejercicio y remitidos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), elaborado sin disponer de las cuentas de Nueva Pescanova, que tiene hasta el 30 de abril para auditarlas. Pese a que es un valor muy reducido para la dimensión de la compañía, es elevado teniendo en cuenta la apuesta realizada por algunos accionistas. El 7,133% que Crisgadini (de Diego Fontán y Carolina Masaveu) tiene en Pescanova costó 5.070 euros, y ahora el paquete está valorado en más de 994.000 euros. La participación del fondo Broadbill Partners, adquirida también con elevados descuentos -pagó un céntimo por cada acción en su última gran operación- vale algo más de medio millón de euros. El lado amargo está en Luxempart, por ejemplo. Invirtió 52 millones en una participación que hoy no alcanza los 815.000 euros.
En todo caso, para los antiguos socios de Pescanova el valor del holding puede verse afectado en función de las decisiones que adopte el G7 (Sabadell, Popular, Abanca, Bankia, CaixaBank, BBVA y UBI Banca), accionista de control con más del 62% del capital social. Por ejemplo, si el futuro consejo -se nombrará en marzo- decide utilizar el crédito supersenior que la banca puso a disposición del grupo por importe de 125 millones. Es una línea de financiación extraordinaria con un tipo de interés del 15% anual y que conlleva una especie seguro complementario que elevaría la deuda del grupo en hasta 450 millones. Esta decisión "reduciría con carácter inmediato el patrimonio" de la empresa, que tendría que reconocer como pasivo en balance parte del importe, además de reducir la liquidez.
Otra circunstancia que podría reducir el precio de la empresa sería el cambio de criterio para calcular el valor de los activos inmovilizados, que se nutre sustancialmente de la red de filiales. A cierre de 2014 este concepto ascendía a 696 millones, según una "valoración independiente" encargada por el consejo. Pero el principal obstáculo para que el 20% de Nueva Pescanova mantenga una valoración de al menos 13,9 millones es que no se diluya ante una eventual ampliación de capital promovida por la banca. El problema de la vieja Pescanova es que el G7 no tiene por qué conceder derecho de suscripción preferente a los antiguos accionistas si incrementa capital por la vía del canje de deuda.
Ingresos del consejo
El consejo de administración percibió 348.000 euros en concepto de remuneración y dietas en 2015, frente a los 206.000 euros del ejercicio anterior (solo computan cinco meses en este caso). En 2014 este órgano percibió 573.000 euros, pero tenía siete miembros. A día de hoy son cuatro. De acuerdo con la empresa, y con efectos desde el pasado 1 de diciembre -cuando arranca el ejercicio fiscal de 2016 para Pescanova SA-, los consejeros percibirán un máximo de 20.000 euros cada uno y en tanto la sociedad "no recupere un mayor grado de actividad".
Hasta que Nueva Pescanova no distribuya dividendo, para lo que debe abandonar las pérdidas primero, la antigua matriz solo ingresará 255.000 euros al año del holding para "gastos generales de funcionamiento". Los servicios administrativos, fiscales y legales correrán también a cuenta de Nueva Pescanova durante cuatro años. Por último, la sociedad informó que la salida de César Mata Moretón como trabajador acarreó una indemnización para él "por cese de relación laboral" de 190.000 euros.
