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La industria gallega urge una tarifa eléctrica "especial" y más barata para ser competitiva

Pide al Gobierno una "reflexión" sobre los costes energéticos en regiones excedentarias en producción -Reclama a la Xunta abaratar suelo industrial en zonas de elevada demanda

De izquierda a derecha, Enrique Mallón, portavoz de Asime; Julio Gómez, presidente de Asime; Antonio Dieter Moure, presidente de la patronal gallega (CEG); Juan Güell; el vicepresidente segundo de Asime, Justo Sierra; y Javier Martínez, vicepresidente primero de la misma organización. // Marta G. Brea

La industria española tiene segunda tarifa de electricidad más cara de la Unión Europea, donde se pagan 0,079 euros por kilovatio, frente a los 0,069 de Alemania, los 0,067 en Francia o los 0,090 de Portugal, según datos oficiales del Ministerio de Industria y Energía. España es así entre un 2 y un 27% más cara que países directamente competidores, de ahí que una de las principales reclamaciones de la patronal sea el abaratamiento de la factura energética. Y, para el caso de Galicia, el sector ambiciona ya una tarifa más económica teniendo en cuenta que la comunidad produce más energía de la que consume. "Se podría considerar una tarifa especial para determinadas comunidades autónomas", indicó el secretario general de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime), Enrique Mallón. Asime no bendice una tarifa gallega, pero sí pide "una reflexión" al Gobierno para "ver quién produce energía adonde va. Galicia es excedentaria en producción", recordó, a la vez que pidió al próximo inquilino de Moncloa que reconsidere la supresión de las primas a las energías renovables.

La competitividad -y los factores que la limitan- fue uno de los temas centrales que se abordaron ayer en los Encuentros para la reindustrialización organizados por la patronal industrial, que se centraron esta vez en los retos para la automoción, la metalmecánica y el transporte gallegos. Un encuentro que sirvió a Asime para pedir a la Xunta un "esfuerzo" de cara a mejorar la oferta de suelo. "Lo que no podemos hacer es una rebaja de un suelo industrial poco demandado", condenó el también portavoz de Asime, para quien esta carencia limita las posibilidades de Galicia de atraer inversión foránea. En una jornada que fue la puesta de largo de Antonio Dieter Moure como presidente de la CEG, los empresarios del sector hicieron autocrítica por la excesiva atomización de la actividad industrial pero pusieron en valor el principal activo del que disponen: los trabajadores. "El capital humano es uno de los grandes activos que poseemos y que mejor se valora en el extranjero", destacó el gerente de Rodríguez López Auto, José Enrique Rodríguez.

"Somos muy buenos pero tenemos debilidades muy graves", lamentó el director general de Adhex Tech Tapes, Guillermo Fernández Hermida, uno de los ponentes de la jornada, que identificó tres flaquezas: la situación geográfica, la falta de asociacionismo y la carencia de un modelo de venta competitivo. La industria metalúrgica gallega tiene un peso del 16% en el Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad pero es preciso alcanzar el 20% "para crear riqueza y empleo estables", enfatizó el director ejecutivo del Grupo Castrosúa, Enrique Ulloa. En países como Alemania el peso de la industria alcanza el 40% de su PIB.

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