Pescanova SA, la antigua matriz del grupo pesquero, tiene hasta el próximo domingo para remitir sus cuentas anuales a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), como confirmaron fuentes de la compañía a FARO. Tras este paso, y una vez ratificado en junta el mandato para realizar todas las gestiones necesarias a fin de levantar la suspensión de cotización de las acciones -llevan congeladas desde el 12 de marzo de 2013-, la vieja Pescanova inicia formalmente la marcha atrás para "reconquistar desde dentro" la titularidad de la multinacional. A partir del domingo estas gestiones no dependerán de sí misma, sino que deberá esperar a tener el balance anual consolidado de Nueva Pescanova SL con el plácet de Ernst & Young, la auditora, con lo que en la antigua matriz no cuentan con poder entregar toda la documentación al regulador hasta mayo.
Desde el momento en que Nueva Pescanova asumió los activos y pasivos de la Sociedad Anónima, que es la que cotiza en Bolsa, los antiguos accionistas son dueños de una sociedad de cartera, propietaria a su vez del 20% de un holding pesquero que no tiene intención de salir al mercado de renta variable. "Dependerá de lo que suceda cuando la banca salga del accionariado", señalan desde el núcleo duro de las entidades financieras (G7), titulares de más del 62% de la compañía. Aunque a priori el trámite para pedir que se levante la suspensión de cotización es sencillo, "el problema es tener que esperar por Nueva Pescanova". El holding dispone de más tiempo, hasta el 31 de marzo, con un mes adicional para legalizar los libros contables con la opinión de auditoría. La CNMV pide a la vieja Pescanova tanto las cuentas de la SA como de la SL.
En este punto Clifford Chance, encargado de redactar el folleto para volver a cotizar, dilataría en torno a otros treinta días el proceso, que estaría después pendiente del plácet del organismo que preside Elvira Rodríguez. Si la aspiración de la antigua matriz de la pesquera gallega es lanzar una ampliación de capital para asumir una operación similar de la banca en Nueva Pescanova, los tiempos correrían en contra de los viejos socios. Un aumento de capital requiere un folleto específico si se lanza con las acciones suspendidas, razón por la que entre los fondos de inversión cobra fuerza la posibilidad de inyectar dinero en Pescanova SA sin necesidad a esperar a que los títulos estén operativos en el mercado continuo. Esta vía sería positiva para la vieja Pescanova teniendo en cuenta que la banca podrá hacer lo propio a partir del 1 de agosto, y las entidades están dispuestas a ir canjeando deuda por acciones en varias operaciones para preservar su mayoría en el accionariado y el control de su proyecto en la firma. Hasta ayer, según indicaron tanto desde los bancos como desde Pescanova SA, no ha habido ningún acercamiento para rebajar el clima de tensión entre ambas partes y el G7 todavía no dispone del dictamen de los abogados de Uría y Menéndez, que estudian supuestas decisiones "ilegales" acometidas por el consejo de la vieja matriz.
