La Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) selló ayer una tregua inestable, un paso en falso hacia la pretendida paz por la que abogan los vencedores y los que, aún habiendo apoyado al líder derrotado, creen que "el proceso acabó el día de las elecciones". El nuevo presidente de la patronal gallega, Antonio Dieter Moure Areán, se reunió ayer con su rival y homólogo en la Confederación de Empresarios de Ourense (CEO), José Manuel Pérez Canal, seis días después de los comicios y tras las acusaciones del segundo de supuestas "irregularidades" en el proceso electoral. Una reunión "tensa", según fuentes conocedoras del encuentro, y en la que Pérez Canal accedió a "intentar colaborar en la medida de lo posible" por el bien de la CEG, como declaró a FARO. El problema es que, aunque la patronal envió un informe a todos los vocales de la asamblea dando por "legales" los comicios, no despejó la principal duda entre los críticos: ¿Cumple el censo electoral con los estatutos?

En dicho informe, al que ha tenido acceso este periódico, el secretario general de la CEG, Fausto Santamarina, confirma que la patronal de Lugo sí le pidió antes de las elecciones que verificara si las organizaciones sectoriales deben tener 72 vocales o no (de un total de 206). "La abogacía de la CEL solicita certificación de si las organizaciones sectoriales están integradas en las organizaciones provinciales", motivo indispensable para ser consideradas de ámbito autonómico y cumplir con los artículos 7 y 13 de los estatutos. Esta duda no queda despejada, ya que Santamarina delega en cada confederación provincial la potestad de certificar si esto es así. Y para los críticos no hay duda de que el censo "está mal" y que, cuando se demuestre, podría solicitarse la nulidad del proceso. Eso sí, si Pérez Canal quiere impugnar el resultado, y a día de hoy los apoyos en su propia junta directiva van escaseando.

Entre los defensores de su candidatura mencionan a federaciones -no asociaciones- como las de consultoras o farmacéuticas, con unas cinco empresas cada una "y todas de A Coruña". "Es que de este modo la CEG es la confederación de empresarios de Fontenla y sus amigos", dicen las mismas fuentes en alusión al dirigente de la patronal coruñesa, Antonio Fontenla, que ocupa el cargo desde el año 2000. Según apuntan, estas pequeñas federaciones tienen cuatro votos en la asamblea de la CEG y algunas no están en Ourense o Lugo, de ahí la sobrerrepresentación que hay en el censo y que, insisten, hace que éste sea "falso". ¿Por qué no se impugnó el censo el 24 de noviembre, cuando los presidentes de todas las confederaciones provinciales lo aprobaron?

Uno de ellos, que no quiere ser citado en la información, lo aclara. "Yo no tengo la potestad para llamar a A Coruña y preguntar si allí están integradas equis asociaciones sectoriales, eso es un trabajo del secretario general, que deberá asegurarse que esté bien hecho y de acuerdo a los estatutos". Al informe entregado ayer por Fausto Santamarina, que disipa cualquier duda sobre un eventual pucherazo, "nada que añadir. Ganó Dieter Moure y punto. Lo que debemos saber es si se cumplen los estatutos, y ya le digo que no".

De puertas para afuera, el mensaje es el de "tener la fiesta en paz". "Dedicamos la reunión a hablar de futuro y en positivo, que es lo que le interesa a los empresarios", dijo Pérez Canal en un comunicado difundido por la patronal de Ourense al término de su encuentro con Moure, que se prolongó durante más de dos horas en la sede de la CEO. Ante el desgaste que sufre la patronal gallega, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, lanzó un mensaje en el critica que lo que sucede con la CEG "no es un ejemplo de organización y funcionamiento". "Lo que está encima de la mesa es el sistema electoral, el sistema de participación y representación. Espero que estos problemas se utilicen para clarificar de una vez por todas el sistema de representatividad interno y que se debió hacer hace mucho tiempo para evitar problemas", zanjó.