El presidente de Audi, Rupert Stadler, asegura que la decisión de la compañía de reestructurar su red de producción, que incluye entre otras cosas la fabricación del A1 en la planta española de Martorell y el traslado del Q3 a Hungría, "fortalecerá" cada uno de los emplazamientos afectados y "protege puestos de trabajo". "Estamos aumentando nuestra eficiencia y agrupando nuestras competencias principales", afirmó ayer el directivo.

En concreto, la compañía transferirá la producción del A1 desde Bélgica a Martorell, al tiempo que el Q3, que actualmente se produce en la planta catalana, se fabricará en Györ (Hungría) en el futuro. Audi sostiene que la rotación de modelos beneficiará a la red mundial de producción de la compañía.