Los accionistas minoritarios, que impulsaron la propuesta gracias a la cual la vieja Pescanova se quedó con el 20% de la multinacional sin desembolsar los 7,32 millones de euros fijados por convenio, consideran que el litigio entre el consejo de la antigua matriz y Nueva Pescanova les perjudica. "Sabemos que no se puede revertir lo del 20%, pero vemos cómo están planeando iniciativas sin contar con nosotros y que volverían a dejarnos en la situación de partida", explica un miembro de la asociación de minoritarios AMAP. Desde este colectivo están "convencidos" de que las malas relaciones con la banca, máxima accionista de la multinacional, les perjudicará a la hora de recuperar parte de lo invertido. Máxime si, como explicó a FARO uno de los fondos de referencia en la antigua matriz, no es preciso que ésta cotice para llevar a cabo una ampliación de capital. "Hasta que cotice no estamos fuera de peligro".

Su esperanza es que se levante la suspensión que mantiene congelado el valor desde el 12 de marzo de 2013 para desinvertir "a precios de mercado". Lo que tienen claro en la AMAP -que en las últimas semanas ha sufrido también su propia crisis interna- es que pelearán por defender sus derechos como hicieron antes del lanzamiento de Nueva Pescanova. "Lo que no se puede entender es que Pescanova SA tenga el 20% de la compañía gracias a nosotros y ahora no se nos informe de nada", censuran desde el mismo colectivo. AMAP se alió en noviembre con el fondo norteamericano Broadbill Investment Partners para incluir en la orden del día la posibilidad de que la vieja Pescanova accediese a ese 20% de la pesquera sin aportar capital adicional.