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Faurecia promete nuevos proyectos para el centro de escapes de Vigo tras perder el K9

El grupo garantiza la continuidad de la planta de O Caramuxo y carga de trabajo para la mayor parte de sus 180 empleados - Apuesta por diversificar más su cartera de clientes

Instalaciones de Faurecia Sistemas de Escape España, en el polígono de O Caramuxo (Vigo). // Adrián Irago

Faurecia trabaja en nuevos proyectos para su factoría de escapes de O Caramuxo (Vigo) que asegurarían -según la empresa- el mantenimiento de la actividad y de la mayor parte de la plantilla actual (unos 180 empleados). Éste es el compromiso que responsables de la dirección industrial del fabricante francés de componentes para la automoción asumieron ayer con el comité de empresa en una reunión reclamada por los representantes de los trabajadores para aclarar el futuro de esta fábrica tras la pérdida a finales del año pasado del lote completo de los escapes del proyecto K9 (la próxima generación de furgonetas de PSA Peugeot Citroën y Opel) a favor de la firma alemana Eberspächer, que abrirá una factoría en el norte de Portugal.

La comitiva de Faurecia (compuesta por el director industrial para el Sur de Europa, el de proyectos para PSA y el de recursos humanos para el Sur de Europa y España) trasladó a los miembros del comité (5 de CC OO, 3 de UGT y 1 de CIG) que ya hay comprometidos algunos proyectos y que desde el grupo se seguirá trabajando para consolidar O Caramuxo como un centro multimarca, reduciendo así su dependencia de la actividad de la factoría de Balaídos, hoy por hoy su principal cliente. Esos nuevos proyectos garantizarían, según la compañía, la continuidad de las instalaciones como fábrica de escapes y de una parte significativa de la plantilla, hoy compuesta por unos 180 trabajadores (la factoría llegó a emplear a 400 personas).

Sobre en qué proyectos estaría trabajando Faurecia para el complejo vigués apenas ha trascendido información tras la reunión de ayer, aunque todo parece indicar que se trataría del nuevo modelo por el que puja la planta de Balaídos para el Sistema 1, todavía pendiente de adjudicación, como avanzó este periódico. La principal competencia de O Caramuxo en este caso es el propio centro de Faurecia en Bragança, donde el grupo anunció recientemente una fuerte inversión de 40 millones de euros y la creación de 400 puestos de empleo. La apuesta de la multinacional francesa por esta fábrica portuguesa contrasta con la situación en la de Vigo, que apenas ha recibido inversiones en los últimos años, como han denunciado en varias ocasiones organizaciones sindicales.

Actividad logística

La pérdida del K9 supuso un duro golpe en la línea de flotación del negocio de la planta viguesa, por el volumen de trabajo que generará este proyecto (y su duración, aproximadamente una década), que al final ha recaído en la multinacional germana Eberspächer, que ya fabricaba escapes para algunos modelos de gasolina de PSA. Fuentes consultadas por este periódico sostienen que la planta de O Caramuxo podría asumir pese a todo la secuenciación y entrega de los sistemas de escape del K9 para PSA, cerniéndose su participación a actividades puramente logísticas (no fabriles). Es decir, Eberspächer fabricaría los escapes, y Faurecia los montaría y ejecutaría los síncrono.

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