Un año más -y van tres de forma consecutiva- el centro de Vigo de PSA Peugeot Citroën se ha coronado como la planta del grupo francés que más coches fabrica, con 407.000 unidades en 2015, según datos a los que ha tenido acceso este periódico. El complejo de Balaídos superó de nuevo a las factorías de la alianza con Dongfeng en Wuhan (China), que vieron su crecimiento lastrado el año pasado por el estancamiento de las ventas en los mercados asiáticos, y que no pasaron de las 765.000 unidades entre las cuatro plantas (que manejaban unas previsiones de más de 800.000 vehículos); a las grandes fábricas francesas como Sochaux y Mulhouse y a la factoría eslovaca de Trnava (que cerró 2015 con unas 303.000 unidades).
PSA-Vigo había recuperado en 2013 el trono como primera planta de la multinacional francesa gracias a los lanzamientos de los sedanes 301 y C-Elysée y de la nueva generación de monovolúmenes Citroën C4 Picasso, relegando del trono a Sochaux, la primera planta de Francia y cuna de la familia Peugeot. Dos años después y a pesar de que la crisis social y económica en los principales mercados de destino de los sedanes (los países del norte de África, Oriente Medio, Turquía, etc.) ha mermado sus ventas y a una demanda menor de la esperada en el segmento de los monovolúmenes, la planta de Balaídos ha mantenido su corona como primera factoría del grupo por volumen gracias al empuje de las furgonetas Berlingo y Partner. Con 226.000 unidades en total, estos modelos se anotaron en 2015 su mayor registro histórico desde 2011.
La planta de Balaídos superó a los centros franceses de Sochaux (308, 3008, 5008 y DS5, que el próximo mes de marzo acogerá un nuevo lanzamiento de dos modelos de la alianza entre PSA y Opel) y Mulhouse (208, 2008, C4, DS4), a la planta eslovaca de Trnava (C3 Picasso y 208, y que este 2016 lanzará la tercera generación del Citroën C3), y a los cuatro centros que conforman el complejo de Wuhan en China (el último, puesto en marcha a finales de 2014, en Chengdu), que cerraron 2015 con una producción total de 765.000 unidades, con un crecimiento del 7%, aunque lejos de las previsiones que se manejaban de más de 800.000 por el freno de las ventas en los mercados asiáticos.
Las previsiones para el próximo año en Balaídos dibujan dos escenarios diferentes, en función de cómo evolucione la demanda. La dirección del centro de Vigo había adelantado el pasado noviembre que para 2016 estimaba un volumen anual de producción oscilante entre los 385.000 y los 420.000 vehículos. El récord de PSA-Vigo se alcanzó en 2007, con 545.000 unidades, justo antes del estallido de la crisis financiera. El sector confía en que el triple lanzamiento del K9 en 2018 (la próxima generación de furgonetas de PSA y Opel) pueda devolver a Balaídos a la cota del medio millón de coches, lo que dependerá también de los nuevos modelos que se capten para sustituir al resto de siluetas viguesas.
