César Mata Moretón entró en Pescanova en abril de 1992, cuando la compañía obtuvo beneficios de 4.289.369 euros. La empresa elevaría al año siguiente sus resultados de forma exponencial, hasta rozar los 7,5 millones de euros (más de 1.241 millones de las antiguas pesetas). "Entró casi como becario del antiguo responsable del área jurídica", recuerda un exempleado. Cuñado de Antonio Táboas, otrora director del área financiera, "poco a poco fue asumiendo mayor protagonismo", hasta que se convirtió en secretario del consejo de administración y titular de la dirección jurídica. "Es una buena persona, se libró de la imputación y me alegro", dice de él la misma fuente, que no corrió la misma suerte.
Desde la empresa recuerdan que "pasó por momentos muy complicados", incluso por desavenencias con el expresidente Manuel Fernández de Sousa. "Aguantó mucho y estaba deseando salir". De perfil bajo, las pocas imágenes que había de él eran de los consejos o juntas que presidía Sousa. Se sentaba a su izquierda. Vio cómo el consejo se transformó completamente en apenas dos años y medio y continuó como secretario durante el efímero mandato de Juan Manuel Urgoiti. Tras la asamblea que destronó al hijo del fundador, permaneció en el consejo con Yago Méndez, José Carceller o François Tesch. Se alió con Alejandro Legarda, Francisco Herce y Diego Fontán para conseguir que los accionistas de Pescanova quedasen con un 20% del nuevo conglomerado pesquero. Ahora no se quedará para ver pasar a un cuarto presidente, Jacobo González-Robatto.
