El calendario del núcleo duro de la banca para tomar el control de Nueva Pescanova SL era férreo en las fechas y las formas. "Las operaciones societarias [ampliación de capital o reestructuración de la compañía] deberán ser objeto de ejecución conjunta y simultánea y quedar implementadas no más tarde del día 30 de noviembre de 2015, siendo dicho plazo de carácter esencial e improrrogable". Este es un extracto de la propuesta de convenio de las filiales, cuyo borrador tiene fecha del 25 de febrero y que evidencia que el llamado G7 (Sabadell, Popular, Abanca, Bankia, BBVA, CaixaBank y UBI Banca) sabía hace nueve meses cómo y cuándo quería ejecutar la toma de control de la pesquera. Pero esa fecha se acerca y, sin haber escogido al futuro consejero delegado (chief executive officer, CEO), las entidades han tenido que optar por una vía de urgencia: designar un administrador único temporal mientras no configuran de qué modo van a gobernar la segunda multinacional de Galicia.
El 26 de noviembre, como anunció ayer Nueva Pescanova a través de su página web -no a través de la CNMV, ya que no es una empresa cotizada-, se celebrará en Chapela una junta extraordinaria de accionistas. Ahí será cuando los bancos asuman el timón del holding pesquero tras haber suscrito más del 62% de la ampliación de capital. En dicha asamblea el G7 nombrará un administrador único "temporal y de la casa", un cargo que previsiblemente asumirá Jacobo González-Robatto. La convocatoria lleva la firma de César Mata, secretario del consejo de administración de Pescanova SA. La matriz seguirá siendo, hasta el 26 de noviembre, administradora única de Nueva Pescanova SL, y Mata es el hombre que tiene todos los poderes como representante de la sociedad fundada por José Fernández López en 1960.
El cargo de administrador único tendrá una duración "de algo más de un mes", según fuentes próximas a las entidades, pero no ejercerá funciones ejecutivas como las que en su día desempeñaba Manuel Fernández de Sousa o las que llevaron a cabo los administradores concursales de Deloitte. "Estará en el cargo para cumplir con lo estipulado en el convenio y no dejar un vacío de poder", apostillan desde el G7, y menos para que un hombre de la vieja Pescanova como Mata mantenga el rol de único gestor. Antes del día 26 César Mata presentará su dimisión, si bien desde su entorno dan por hecho que continuará en la compañía. "Conoce perfectamente cómo funciona, muchas de las gestiones que se han hecho en las últimas semanas han sido gracias a su experiencia". El juez Pablo Ruz rechazó su imputación en el caso Pescanova hasta en dos ocasiones.
"Improvisación"
De acuerdo a los estatutos de Nueva Pescanova SL, "la sociedad será regida y administrada" por cuatro tipos distintos de gestores: un administrador único, "varios" administradores solidarios, "varios" administradores conjuntos y un consejo de administración, compuesto por entre tres y doce miembros. Por ahora el consejo quedará vacante, así como el cargo del CEO. "No entendemos cómo todavía van a nombrar un administrador único, han tenido un año para planificarlo todo", criticaban ayer voces próximas al actual consejo, que ven "improvisación" en el G7 a la hora de asumir la gestión de una empresa tan compleja como Nueva Pescanova, en fase postconcursal y con filiales por todo el mundo.
¿Y para cuándo el CEO y el consejo? Su nombramiento tendrá que esperar a "enero o marzo" de 2016, cuando Nueva Pescanova vuelva a convocar una junta de accionistas. En la orden del día sí figurará la composición del consejo de administración y el nombramiento de un líder ejecutivo, cuyo nombre solo conocen en la cúpula de las entidades que participan en el G7.
A tenor de las últimas manifestaciones de la banca, y como ha publicado FARO, no se puede descartar que en dicho cónclave las entidades apuesten por lanzar una nueva ampliación de capital. Ésta diluiría de nuevo el peso de la vieja Pescanova dentro del holding pesquero, ya que solo fondos como Broadbill, Cartesian u Oppenheimer y fortunas como la de Carolina Masaveu estarían dispuestas a suscribir su parte (el 20%, la que corresponde a Pescanova SA dentro de Nueva Pescanova). El G7 no ha decidido si la ampliación se podría ejecutar con más canje de deuda, ya que su compromiso de permanencia en la empresa es de tres años y la pesquera aún tiene más de 950 millones de pasivo que amortizar. En la junta del día 26 se verán caras nuevas como accionistas del grupo, como el banco HSBC o el fondo buitre SVP Capital, además del G7 y los antiguos socios.
