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Volkswagen salpica a Vigo

Los mercados castigan a las empresas de componentes de control de las emisiones como Faurecia o BorgWarner

La crisis de Volkswagen toca a Vigo // JIM YOUNG

La tormenta desatada por el grupo alemán Volkswagen, que trucó los motores diésel de algunos de sus modelos para falsear los datos de sus emisiones contaminantes, amenaza con arrastrar al resto del sector, sobre todo a las marcas europeas -que dominan el mercado del diésel- y a los fabricantes de componentes para el control de emisiones, como los grupos Robert Bosch, Faurecia o BorgWarner, con plantas en la comarca de Vigo. Desde que se descubrió el escándalo bautizado ya como Dieselgate, los mercados no han tenido piedad con estas empresas. La última en sufrir la pérdida de confianza de los inversores ha sido la también alemana BMW, cuyas acciones cayeron ayer el 5,15%BMW después de que la revista Auto Bild publicase que las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) de su nuevo modelo X3 xDrive20d superan en once veces los límites permitidos por la legislación europea en test de carretera. La Comisión Europea (CE) ha pedido a todos los países miembros que investiguen cuántos vehículos están afectados por el fraude de las emisiones.

El Dieselgate ha obligado a varios de estos proveedores a dar explicaciones públicas sobre su actividad. Bosch, el mayor fabricante de componentes del mundo, ha reconocido ser el responsable del sistema de inyección que regula las emisiones de gases de los modelos trucados de VolkswagenVolkswagen en EE UU. "Fabricamos los componentes según las especificaciones de Volkswagen", se excusó un portavoz de la multinacional alemana, subrayando que es Volkswagen el que se encargaba de instalarlos. También Faurecia, que tiene en Vigo y Bragança (en el norte de Portugal) dos plantas de componentes de escape, indicó que sus sistemas de control de emisiones se desarrollan y producen de acuerdo con las especificaciones del fabricante. "La integración y gestión del rendimiento de los sistemas de control de emisiones son de exclusiva responsabilidad de los fabricantes", recalcó. La compañía francesa perdió en la última semana un 4,58% de su valor en bolsa.

Otra multinacional especializada en el control de emisiones contaminantes de los motores diésel es la norteamericana BorgWarner, que tiene en Zamáns una de sus principales plantas (en la que fabrica sistemas de recirculación de gases de escape, que sirven precisamente para reducir la salida de los NOx), y que ayer se dejaba en la bolsa un 2% de su valor. El efecto arrastre del escándalo de Volkswagen también afecta a los fabricantes europeos de coches, por su vinculación a las motorizaciones diésel: PSA Peugeot Citroën y Renault, por ejemplo, acumulan una caída semanal en bolsa del 4,58%. Aunque el foco de los inversores se centraba ayer en BMW, tras la publicación de Autobild.

Mientras, Volkswagen sigue adelante con la catarsis que comenzó ayer con la destitución de su presidente, con el objetivo de depurar responsabilidades y mejorar la imagen de la corporación. Según Reuters, el fabricante despedirá a su consejero delegado en EE UU, Michael Horn, y a los máximos responsables de I+D en Audi, Ulrich Hackenberg, y en Porsche, Wolfgang Hatz, durante la reunión de hoy del consejo. El presidente de la marca de lujo Porsche, Matthias Müller, se perfila como el próximo presidente del grupo en sustitución de Martin Winterkorn.

A nivel político, la CE ha instado a todos los países miembros a investigar el caso para averiguar el número de coches trucados.

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