El colectivo de accionistas minoritarios de Pescanova AMAP, que acumula un 2,4% del capital de la compañía, se convirtió en el brazo ejecutor del plan B respecto a la ampliación de capital. Gracias a su iniciativa, respaldada por el fondo neoyorkino Broadbill Investment Partners, lograron introducir en la orden del día una propuesta para que los actuales accionistas tengan el 20% de Nueva Pescanova sin desembolsar los 7,32 millones de euros que establece el convenio.

Pese a este éxito -en la empresa se da por hecho que, además de Broadbill, la AMAP contó con apoyo y "asesoramiento" desde dentro de la compañía-, esta asociación prefiere mantener la calma. "El objetivo es el 20% y volver a Bolsa, poner la empresa donde se merece", indica uno de sus portavoces, Alejandro Fernández Pita. Con todo, incide en que "queda aún mucho camino para que los socios atrapados en la pesquera puedan recuperar algo de su dinero".

Desde la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec) han remitido una carta a los socios para recomendar que ejerzan el voto con salvedades. "Recomendamos a los minoritarios de Aemec que voten si quieren por el 20%, pero haciendo constar en acta que no están de acuerdo con el planteamiento del convenio acordado entre acreedores y consejo", reza la comunicación. "Con esta aclaración queremos evitar cualquier posible contradicción con el hecho de estar personado en el procedimiento judicial en curso".