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El futuro de la multinacional pesquera

Los accionistas de Pescanova podrán quedarse con el 20% sin pagar 7,3 millones

Los actuales consejeros quedan blindados frente a una eventual demanda del G7. El "pacto de no agresión" aleja la amenaza de liquidación de la multinacional pesquera

Asistentes a la junta de accionistas de septiembre de 2013. // Ricardo Grobas

El núcleo duro de la banca acreedora de Pescanova no interpondrá ninguna demanda por incumplimiento de convenio si en la junta de accionistas del próximo martes los socios votan mayoritariamente a favor de la propuesta alternativa. Es decir, si vence la opción gracias a la cual los actuales propietarios de la multinacional tomarán hasta el 19,99% de la empresa sin desembolsar los 7,32 millones de euros que se estipulaba en los diez convenios de las diez filiales españolas concursadas, aprobados por inmensa mayoría por los acreedores y validados por un juez. Se trata de una especie de "pacto de no agresión" que logró suscribirse ayer, según fuentes conocedoras del proceso, y que despeja un poco más la amenaza de liquidación que todavía se cierne sobre una sociedad de dimensión mundial en la que, casi como ocurría con el imperio español de Felipe II, no se pone el sol. "Ellos ceden y nosotros también", constataron desde el denominado G7 (Sabadell, Popular, Abanca, Bankia, BBVA, CaixaBank y UBI Banca). Desde el consejo, por contra, negaron ayer a FARO que se hubiese producido alguna cesión por ninguna de las partes.

En virtud de este armisticio entre dos bandos confrontados desde hace meses, "el consejo acepta que el control total de la compañía" quedará en manos de los acreedores que participen en la ampliación de capital y que será suscrita principalmente por el G7. Además estas entidades se han comprometido a no emprender acciones legales contra los cuatro miembros actuales del consejo: "Quedan blindados". La razón por la que sí podrían ser objeto de alguna querella es porque, a ojos del G7, el consejo accedió a introducir en la orden del día la propuesta alternativa impulsada por pequeños accionistas. Ésta, reivindican, choca contra el convenio. "La banca no va a pedir la liquidación si sale adelante la propuesta del 20%, pero eso no significa que no lo pueda hacer cualquier acreedor", ahondan.

Un riesgo real

¿Y si esta posibilidad se materializa? "Confío, y así se lo he transmitido al consejo, que éste haya trabajado para que las propuestas, incluso la modificación parcial del 20%, se encuadren dentro de los convenios y no generen contingencias de ningún tipo", declaró ayer a FARO el portavoz de los acreedores y presidenciable de Nueva Pescanova, Jacobo González-Robatto. Si se formula alguna demanda de liquidación por incumplimiento de los convenios (diez), la responsabilidad sería, dice, solo del consejo. "Sé que el conejo ha trabajado, y así nos lo han hecho saber por escrito, para que los riesgos se hayan eliminado completa y absolutamente y así lo puedan garantizar a todos los accionistas, empleados y acreedores", añadió Robatto.

"Todo lo que hemos hecho ha sido para evitar la liquidación de Pescanova", repiten fuentes financieras, que no ocultan su desacuerdo con este pacto. El propio Robatto llama la atención sobre el hecho de que la propuesta de los minoritarios conlleva una ampliación de capital más exigua. "Lo que es obvio es que la propuesta del 20% reducirá el capital social de Nueva Pescanova a 12 millones frente a los 48 millones que prevé la propuesta del consejo" y que defiende el G7. "Teniendo en cuenta que las pérdidas del primer semestre fueron de 25 millones de euros -continúa-, esa reducción a 8 millones no dejaría a Nueva Pescanova con un capital social muy holgado".

La votación

Pese a este paso de ayer todo queda a expensas de lo que suceda en la junta extraordinaria. Fuentes próximas al consejo, a la banca y a accionistas de referencia consultados por este periódico dan por hecho que se aprobarán las dos propuestas, tanto la que reserva solo un 5% de Nueva Pescanova a los actuales socios como la que le otorgaría el 20%. En ese caso sería la segunda la que saldría adelante toda vez que se presentó como una "mejora" de la primera, elaborada por los consejeros. Si bien a éstos le correspondía responder por la opción del 5%, es vox populi que han trabajado a favor de la segunda con reuniones al más alto nivel con responsables del Gobierno gallego. "Todos nos hemos reunido con la Xunta para evitar la liquidación", dicen desde la banca, "pero ellos [por el consejo] han hecho campaña por sus propios intereses". Inversores extranjeros dan por hecho que Crisgadini (en el consejo a través de Diego Fontán) e Iberfomento (con Fernando Herce, también consejero) apoyarán las dos opciones: la suya propia y la de los minoritarios.

La propuesta de los minoritarios se presentó gracias al apoyo del fondo "buitre" Broadbill Investment Partners

  • El 29 de agosto es la fecha que lo cambió todo. Fue entonces cuando los miembros de la asociación de accionistas minoritarios AMAP lograron introducir en la orden del día de la junta extraordinaria de accionistas su propuesta alternativa. Su plan recibió el visto bueno del consejo. "No le vimos problema legal" y los asesores de Clifford Chance "nos dijeron que no rompía moldes", explicaron miembros del consejo a FARO. Según los estatutos, solo es posible introducir una propuesta alternativa o de mejora si se cuenta con un mínimo del 3% del capital social, pero los miembros de AMAP apenas sumaban un 2,4%.¿Quién se sumó a ellos para que sí pudieran registrar el plan que lo ha cambiado todo? Según pudo saber este periódico en fuentes de toda solvencia se trata del fondo norteamericano Broadbill Investment Partners, titular del 3,697% de las acciones de Pescanova con 1.062.523 títulos. El último gran paquete de acciones lo compró en diciembre de 2014 -346.500 títulos- a un 0,01 euros. De este modo, el fondo buitre se gastó apenas 3.460 euros por la transacción. Antes de esta operación tenía 716.023 acciones de la multinacional pesquera gallega. La venta de títulos se llevó a cabo en el llamado mercado de operaciones especiales (o mercado gris, en el argot financiero), reservado -en algunos casos- para aquellas compañías que están suspendidas de cotización en la Bolsa española.Carolina Masaveu también aprovechó los precios de saldo del mercado gris al comprar, en abril del año pasado, 975.000 títulos del grupo pesquero a 0,0052 euros cada título. Operaciones como la de Masaveu (a través de Crisgadini) o Broadbill les permitirán ahora tener parte en el 20% que, previsiblemente, poseerán los actuales accionistas en Nueva Pescanova.

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