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Tecnología gallega para el primer vehículo "inteligente" de PSA

Tavares revela en el salón de Franfurk que la próxima generación del 508 podría incluir ya estos avances

Dos técnicos trabajan en un expositor en la feria internacional de la movilidad de Frankfurt. // Reuters

Cinco años. Éste es el plazo que la multinacional automovilística francesa PSA Peugeot Citroën se ha impuesto para que sus primeros modelos autónomos, vehículos que serán capaces de circular por ciudades y carreteras sin apenas interacción del conductor, salgan al mercado. Lo anunció ayer el patrón del segundo fabricante de coches europeo, Carlos Tavares, que reveló que él mismo ha testado los primeros prototipos autónomos que ya han empezado a rodar por las carreteras de Francia (cuatro Grand C4 Picasso fabricados en Balaídos) en fase de pruebas y que incorporan tecnologías desarrolladas en el Centro Tecnológico de la Automoción de Galicia (CTAG) en Porriño.

"A partir de la próxima generación del Peugeot 508, o en todo caso, a partir de 2020, los vehículos de PSA a la venta tendrán esta tecnología", confirmó Tavares en una entrevista en la emisora BFM en la jornada previa a la apertura del Salón del Automóvil de Frankfurt, que se celebra esta semana. En la carrera por el vehículo autónomo, PSA ha contado con la experiencia del CTAG en el campo de la interacción hombre-máquina, el HMI (Human Machine Interface). Los primeros test se efectuaron en el simulador de conducción del CTAG y en la pista de pruebas que se inauguró el año pasado. Los desarrollos se enmarcan en el proyecto Mobile Lab Mobile Lab entre el CTAG y PSA, que dio pie a la puesta en marcha de la primera unidad mixta de investigación entre una empresa multinacional y un centro tecnológico gallego alentada por la Xunta.

El CTAG lleva años innovando en el campo de la conducción automatizada, que combina una serie de tecnologías que permiten al piloto ceder de forma temporal el control del vehículo en situaciones como atascos, maniobras de estacionamiento o trayectos prolongados por autovías y autopistas. También previene accidentes (ante el riesgo de colisión, por ejemplo, el vehículo frena o cambiar de dirección) y atropellos.

El grupo PSA ha sido el primer fabricante en obtener permiso de las autoridades francesas para aplicar estas nuevas tecnologías en carreteras normales. Los test comenzaron a principios de julio y en esta primera fase las pruebas se prolongarán durante 18 meses en el periférico de París y en diversas vías rápidas que llegan hasta Burdeos y Rennes. En total, los prototipos recorrerán unos 2.000 kilómetros. Después arrancará una segunda etapa de pruebas a gran escala por todo el país. El propio Tavares ha probado uno de los Grand C4 Picasso adaptados en la autopista A86, en las proximidades de París.

Estos prototipos están equipados con todo tipo de sensores, radares, sistemas láser y de comunicación, cámaras y dispositivos de ultrasonidos para monitorizar en tiempo real todo lo que sucede a su alrededor y adaptar la conducción a las circunstancias. Los complejos de investigación de PSA en Vélizy y Sochaux se han encargado del desarrollo de los sistemas de asistencia avanzada a la conducción (ADAS & AD), mientras que el CTAG se ha centrado en el HMI, en cómo puede interactuar el conductor con el coche en diferentes escenarios de conducción.

Según un estudio realizado por la consultora AT Kearney, el mercado de los vehículos autónomos moverá un negocio de 500.000 millones de euros en el entorno de 2035, y todos los constructores mundiales de automóviles y las grandes tecnológicas participan en la carrera. En Alemania, por ejemplo, ya se ha reservado una autovía exclusivamente para probar este tipo de coches, la A-9, en un tramo que va entre Múnich y Núremberg, en el que se invertirán 25 millones de euros para dotarlo de sensores.

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