-Se acercan las elecciones y el PSOE defiende que tiene recetas económicas para salir de las crisis distintas a las suyas. ¿Esas políticas económicas son reales?

-Es lo que han dicho. Si llegasen al poder prácticamente todos los partidos de la izquierda, incluyendo el PSOE, dicen que van a revertir la inmensa mayoría de las reformas del PP y harían otro tipo de política económica muy parecida a la que hizo Rodríguez Zapatero. Creo que es un profundísimo error y en las próximas elecciones nos jugamos en España el fruto de nuestra economía en mucha mayor medida que nos lo hemos jugado otras veces. Si comparamos, vemos que en las legislaturas de la democracia las del PP se cuentan por recuperaciones y las del PSOE por recesiones, no le cuento ya si en lugar del PSOE en solitario está apoyado por una serie de grupos con unos planteamientos muy radicales.

-¿Cree que podría poner en peligro la mejora económica?

-Llegar, a cambio de un programa de esas características, sería un conflicto permanente con la Unión Europea, porque son políticas económicas muy separadas de las que se hacen en la zona euro y están consensuadas, por cierto, por gobiernos socialdemócratas, cristianodemócratas y liberales. Cuando vamos a las reuniones a Bruselas no tenemos ningún conflicto, y nos entendemos muy fácilmente con los gobiernos socialdemócratas, pero el lenguaje de esos gobiernos no es el mismo que escuchas en el Partido Socialista en España.

-¿Y cuáles son las diferencias?

-Eso me gustaría saber. Quisiera saber por qué no hablan igual el señor Renzi o el señor Hollande que el señor Sánchez, porque las cosas serían mucho más fáciles en España.

-Un asunto candente que el Gobierno ha dejado en el tintero es la reforma del sistema de financiación autonómica. ¿Si gobiernan se va a poder revisar y con qué criterios?

-Tiene que hacerse porque hay una cosa evidente: hay seis grandes gastos públicos que son casi imposibles de reducir porque atienden a cuestiones esenciales para los ciudadanos. El primero es pensiones, el segundo empleo y el tercero son los intereses de la deuda, que los tiene el Estado. Pero luego, los otros tres, que son sanidad, educación y gastos sociales, son de las comunidades autónomas. ¿El modelo qué tiene que hacer? Garantizar una estabilidad a unos gastos que tienen que permanecer en el tiempo porque son gastos no reducibles. Se pueden gestionar más eficientemente y tener ahorros pero de eficiencia, no por reducir. Y el modelo de financiación actual es muy volátil. Este año las comunidades recibieron casi 10.000 millones más que el anterior y son unas idas y venidas excesivamente volátiles.

-¿Y por qué hay una queja casi unánime de las comunidades de que están mal financiadas?

-Hombre, todo el mundo quiere más dinero y, en parte, es casi obligación de un gobierno autonómico decir que necesita más dinero porque cuantos más recursos tenga, mejor. La gran dificultad es que no sólo el Gobierno central sino la suma de todos los gobiernos autonómicos tenemos que acordar un marco mejor, mucho menos inestable y, además, con esa suficiencia financiera para los servicios públicos que necesariamente se tienen que tener. Por supuesto, la base de todo esto es que la economía vaya bien. Fíjese que en el año 2008-2009 se perdieron en España 70.000 millones de recaudación. Los españoles pagaron 70.000 millones menos de impuestos que lo que pagaron en 2007. Eso es 4.000 euros por hogar.

-El presidente Rajoy avanzó un crecimiento del 3,3% y una creación de 600.000 empleos.

-En lo que va de año, contando agosto, vamos cómodos en esas previsiones. La economía española es la avanzada que más crece del mundo y, por supuesto, de la zona euro. Está creando la mitad del empleo de la unión monetaria y es un crecimiento robusto que tiene bases muy sólidas. Básicamente, lo que hemos hecho como país, en lugar de estar creciendo a base de endeudarnos, endeudarnos y endeudarnos, ahora crecemos porque somos capaces de producir, vender y, sobre todo, exportar. Esto se nota en todos los sectores exportadores y es lo que primero empezó a mejorar en la economía española, pero para poder mejorar esa exportación necesitabas mejorar la competitividad. España se había vuelto un país muy caro, con altos precios y altos costes. Era complicado y se ha tratado de mejorar, porque en cuanto ha mejorado algo la competitividad en la economía española nos hemos puesto como líderes en exportación dentro de Europa y el resto de los sectores van incorporándose a esta recuperación.

-¿Van a acometer más reformas económicas en caso de que gobiernen?

-Hay que hacer más reformas y mantener el rumbo, para que la economía española sea más competitiva, más flexible, y nos queda muchísimo. Ahora somos un gran país exportador y nos interesan cambios que nos ayuden a exportar más. Cuando llegó la crisis éramos un país endeudado, poco competitivo, caro y rígido, y nos costó cambiar esa situación, aunque tengamos cinco millones de parados.

-¿Reformas y recortes?

-Recortes no son reformas, son medidas de urgencia y eso fue en 2012 y, a partir de ahí, hemos hecho reformas para que las cosas funcionen mejor y haya los incentivos adecuados para que todo el mundo invierta donde se tiene que invertir y haya empleo donde se tiene que emplear. Hay muchas cosas, como los impuestos que tuvieron que subirse, y en el caso del IRPF ahora se ha bajado por debajo de los niveles del 2011.

-La hucha

-Tenemos todavía mucho desempleo, por lo cual tenemos un recorrido muy largo de mejora del sistema de Seguridad Social a través de las mejoras del sistema económico. Hemos hecho una reforma de pensiones que está considerada como una de las más modernas del mundo y desde su aplicación los pensionistas todavía no han perdido poder adquisitivo, y de hecho lo han ganado. Eso quiere decir que son las circunstancias económicas las que marcan.

-La banca rescatada ¿va a afectar a los bolsillos de los ciudadanos?

-Vamos a ver, cuando se dice rescatar la banca lo que se rescata son los ahorros de los ciudadanos en esos bancos. España tiene una banca buena, internacionalmente hablando, otra cosa es que tuvo mejores o peores gestores. Si no rescatas ese banco y quiebra, todos esos trabajadores que saben hacer bien su trabajo se irían a la calle y no sabrían dónde emplearse.

-¿Cuándo se van a privatizar?

-Tenemos un tope de cinco años en el acuerdo con la UE, y eso ya lo iremos viendo. Vemos que día a día nuestros bancos dan más préstamos, tienen más volumen de negocio y son más rentables, y a nosotros nos interesa porque el Estado es el primer accionista.