La asociación de accionistas minoritarios de Pescanova anunció ayer que se abstendrá de votar en la junta de accionistas convocada para los próximos días 28 y 29 porque quiere seguir defendiendo la recuperación del cien por cien de la inversión de los socios, a través de otros cauces legales y judiciales. Los minoritarios de AMAP señalaron que participar en la votación supondría renunciar a sus peticiones en la Audiencia Nacional y a otras reclamaciones que elevarán a la Fiscalía.

De esta forma, la AMAP da otro paso más después de que esta semana remitiera a la multinacional pesquera viguesa una propuesta alternativa, comunicada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a través de un hecho relevante, en la que planteaba cambios en la ampliación de capital que está programada en la junta para que los socios pudiesen hacerse con el 20% de las acciones de Nueva Pescanova sin la aportación de fondos, frente al 5% previsto en el convenio de acreedores.

Los accionistas manifestaron que la iniciativa del 20% "se ha hecho por orgullo", ya que no están a favor ni de ese porcentaje ni del 5% de participación previsto inicialmente dentro de la ampliación de capital que se abordará en la junta. Añadieron que tal propuesta alternativa (del 20 %) se formuló por considerar que de esta manera se verá "quién es quién" en el accionariado de Pescanova, "es decir, cuántos accionistas de referencia votan a favor de los intereses del G7 (grupo bancario que engloba a los acreedores principales)".

"Seguiremos luchando en paralelo a las decisiones de los accionistas de referencia, para recuperar nuestro 100%; esto ha sido un fraude y como tal no queremos seguir jugando en medio de todos ellos", declaró la asociación. Según el portavoz de la AMAP, Alejandro Fernández Pita, los accionistas minoritarios y de referencia "juegan dos ligas distintas". La asociación subrayó que no cesará con los próximos movimientos en intentar recuperar el 100% de la inversión.

"Así que mientras nosotros nos movemos y captamos más porcentaje de accionistas dejaremos que los de referencia muestren sus cartas para con el G7, que sigue utilizando los puestos de trabajo como arma y viviendo cómo se caen 9.000 familias por la borda", concluyó.