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Las 170 marcas que heredará Nueva Pescanova

La futura compañía asumirá todos los activos de matriz y filiales, incluidas sus enseñas, como Rodolfo Langostino

El mítico Rodolfo Langostino

Aunque las estrecheces económicas hayan relegado a la memoria su acento marplatense, el Rodolfo Langostino del "lleváme a casa", un gambón argentino con bufanda al cuello, es una marca registrada en España, toda la Unión Europea, China, Hong-Kong y Taiwan con vigencia hasta el año 2023. El personaje forma parte de una de las 170 marcas, dibujos o patentes que Pescanova traspasará a Nueva Pescanova SLU en noviembre. Una vez que el consejo de administración ha aprobado el Proyecto Común de Fusión y Doble Segregación de la pesquera, como avanzó ayer FARO en exclusiva, el traspaso de estos bienes inmateriales depende únicamente del plácet de los accionistas, que se reunirán en sesión extraordinaria a finales de septiembre.

Además de los pasivos -la futura compañía asumirá toda la deuda de las filiales y la matriz, a excepción de 64 millones de euros de esta última-, Nueva Pescanova será la titular de los activos de Pescanova SA, sus filiales españolas y las del extranjero. Entre estos están los activos inmateriales como las marcas, que figuran dentro del proyecto de fusión. La mayoría está en manos de la actual matriz y, además del gambón de la bufanda, figuran personajes míticos como el Grumete Pescanova, el Capitán Pescanova y productos a los que la multinacional de Chapela ha ido dado nombre conforme iba ampliando su oferta: anillas a la sevillana, aperifritos, calamariños, calaprichos, chips del mar o los pescafritos.

Además figuran también marcas comunitarias de filiales como Argenova (Argentina), Belnova (Uruguay), Beiramar (Mozambique), Marnova (Angola), Novaguatemala, Pescafina Bacalao (Valencia) o Pescafresca (Chapela). Incluso aparece Pesca Chile, la malograda subsidiaria que fue liquidada pero sobre la que Pescanova aún tiene la propiedad de la marca comunitaria hasta octubre de 2024. La multinacional solo conserva de esta filial chilena el buque Ila (1969), comprado por cinco millones de euros y que forma parte ahora de la flota de Belnova. Y, por supuesto, Nueva Pescanova será legítima propietaria de la conocida frase publicitaria "Lo bueno sale bien", que no hizo honor a la gestión de la anterior cúpula de la compañía gallega.

Tipos de marcas

No todos estos activos son iguales, ya que existen marcas denominativas -solo es un nombre y no incluye logo- y las figurativas, que sí disponen de un dibujo con características fijas: tipografía, color y, en su caso, personaje. De hecho Pescanova ganó una batalla a Unilever, que utilizaba para sus productos congelados la enseña Capitán Frudesa. La empresa gallega se embolsó 10,8 millones tras ese litigio ya que la justicia determinó que "existen notables diferencias entre los spots publicitarios. El Capitán Frudesa lo representa un marinero con gorra, uniforme y barba cana, mientras que el Capitán Pescanova es un hombre joven ataviado con chubasquero o impermeable amarillo". Curiosamente Univeler estuvo a punto de comprar Pescanova en 1996, circunstancia que no prosperó gracias a la ayuda de la Xunta, comandada entonces por Manuel Fraga, quien tenía mucho aprecio por José Fernández López, fundador de la empresa.

Según consta en la documentación avanzada por FARO, y que la empresa difundió ayer a través de la CNMV, todas las marcas tienen permisos para operar en 73 países, además de los 28 de la Unión Europea. El expresidente de la compañía Manuel Fernández de Sousa utilizó la marca para modificar estados contables y "compensar pérdidas", como desveló el informe forense de KPMG. El Grupo Pescanova elaboró, para su aprobación en el consejo de administración del 27 de febrero de 2013, un borrador de cuentas anuales consolidadas en las que se reportaban unos beneficios de 36,6 millones de euros. "Ante los requerimientos" de la CNMV se remitió al regulador en abril una corrección consistente en un "resumen de las principales partidas del balance", donde modificaba varios datos. Ahí la compañía afloró la marca Pescanova, a la que otorgó un valor de 373,7 millones de euros. Según la auditora, lo hizo "con el objeto de compensar las pérdidas no recogidas" en las cuentas.

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