Los griegos votan este domingo en el referéndum convocado de manera apresurada por el primer ministro, Alexis Tsipras, y en el que está en juego el futuro del país tanto dentro de la UE como del euro, aunque el Gobierno insiste en que lo único que está en juego es su capacidad para negociar un mejor acuerdo.

La jornada se desarrolla con normalidad y sin contratiempos en los colegios electorales. En Grecia no hay costumbre de dar cifras de la participación a media jornada, pero en los colegios electorales a los que acudió Efe, los interventores hablaron de una votación fluida, aunque a primeras horas de la mañana algo inferior a la registrada en las elecciones generales del 25 de enero.

Un total de 10.837.118 griegos están llamados a votar en el referéndum sobre la aceptación o el rechazo de las medidas propuestas por los acreedores a cambio del desembolso del rescate.

Las urnas han abierto a las 7.00 horas (6.00, hora peninsular española) de este domingo para permitir a los ciudadanos del país heleno decidir si apoyan o no la propuesta presentada por los acreedores para una prórroga del rescate.

La votación de este domingo llega con la tensión del 'corralito' impuesto por el Gobierno y en un clima de profunda división entre los griegos. En este sentido, pese a que el referéndum se refiere a la última propuesta de la 'troika', lo cierto es que la consulta ha pasado más a ser un referéndum entre Europa sí o no, o entre Gobierno sí o no.

Desde el Gobierno, Tsipras, y con él su popular ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, han dejado claro que el 'no' no supone una salida inmediata de Grecia del euro y la UE, sino que deja al país en una mejor situación de fuerza para negociar un acuerdo más ventajoso con las instituciones. Además, ambos, en el caso del ministro de forma mucho más explícita, han ligado su futuro al resultado de la consulta.

Mientras, desde la oposición, los principales partidos --el centrista To Potami, el consevador Nueva Democracia y los socialistas de PASOK--, piden el 'sí', al igual que los principales líderes europeos, puesto que consideran que la victoria del 'no' sería un rechazo a Europa y conllevaría la salida del país de la moneda única.

Los sondeos daban a comienzos de semana una ventaja considerable al 'no' pero con el paso de la semana el 'sí' ha ido cobrando fuerza hasta el punto que este viernes los últimos sondeos le han dado una ligera ventaja, aunque ofrecen una imagen de país claramente dividido.

Los griegos, además, siguen sin tener muy claro qué es lo que votan exactamente. En la papeleta se encontrarán con la siguiente pregunta: "¿Debe ser aceptado el borrador de acuerdo que presentaron la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional en el Eurogrupo del 25 de junio 2015 y que consta de dos partes, que conforman su propuesta unitaria? El primer documento se titula 'Reformas para la finalización del vigente programa y más allá' y el segundo 'Análisis preliminar de la sostenibilidad de la deuda'".

En primer lugar en las papeletas, algo que también ha sido criticado, aparece la casilla del 'no', dejando claro que esta opción significa que "no se aprueba", mientras que debajo aparece la casilla del 'sí', precisando que con ello "se aprueba" la citada propuesta, que las instituciones ya han dejado claro que ha quedado obsoleta.

Proceso acelerado

La rapidez con la que se ha tenido que organizar este referéndum ha sido criticada tanto dentro como fuera de Grecia. Así, el Consejo de Europa consideró este miércoles que la consulta no cumple con los estándares internacionales, ya que los votantes no tendrán al menos dos semanas para reflexionar sobre su voto.

También se ha criticado el coste de esta consulta en un momento en que el país carece de liquidez, sobre todo teniendo en cuenta que los griegos votaron por última vez el pasado 25 de enero, cuando se impuso Syriza.

La votación de este domingo supone la cuarta vez que los griegos acudan a las urnas desde que se produjo el primer rescate en 2010. El referéndum es, sin embargo, el primero en el país desde que en 1974 los griegos decidieron por el 69 por ciento de los votos abolir definitivamente la monarquía.