El grupo naval asturiano Armón ha seleccionado finalmente su filial de Vigo para la construcción de un buque de servicio a la flota atunera (macicero) para la armadora vasca Albacora, según ha podido confirmar FARO. Los trabajos para el barco, de unos 50 metros de eslora, empezaron hace unos días y su entrega está programada para finales de año. A mayores, la factoría de Coia botó esta semana el atunero que está construyendo para la empresa pesquera mexicana Hersea, y avanza en los proyectos de dos remolcadores: uno para la vasca Ibaizabal, de 64 metros, que ya está realizando pruebas de mar, y otro de menor eslora (unos 20 metros), para otro armador nacional.
El consorcio que lidera Laudelino Alperi se adjudicó este año el contrato de Albacora para construir un macicero similar al entregado el año pasado por Astilleros Armón (Navia), el Haizea Iru (C-745), de 46,3 metros de eslora por 8,5 de manga, pero tenía dudas sobre en cuál de los astilleros del grupo llevar a cabo la obra: Vigo o Gijón. Incluso llegó a plantearse un proyecto compartido entre ambas factorías (el casco en Vigo y el remate de la obra, en Gijón), como avanzó FARO (ver edición del 26 de mayo). Al final, será el astillero vigués -que ya comenzó con los trabajos- el que construya el barco, que tiene unos plazos de ejecución bastante apretados: unos seis meses.
Este tipo de buques están especializados en la prestación de servicios (supply) a la flota atunera (tanto para la detección de bancos de peces como para aprovisionamientos, traslados, etc.), y en este caso concreto daría apoyo al Cape Coral, de cerca de 80 metros de eslora, cuya construcción corrió a cargo de la factoría gijonesa (antes Factorías Juliana) de Armón y que en junio permaneció varios días amarrado en el Puerto vigués. Éste es el último de los nueve atuneros que el astillero asturiano construyó en estos últimos dos años para armadores mexicanos, españoles y norteamericanos, y su entrega está prevista para el mes de junio. En origen, el barco había sido contratado por la compañía estadounidense Tri Marine, que lo vendió la pesquera presidida por Iñaki Latxaga.
Armón Vigo mantiene en cartera el remolcador de 64 metros de eslora encargado por la compañía vasca Ibaizabal (la misma que ha contratado los cuatro petroleros que se construirán en las factorías de Navantia), que ya está realizando las pruebas de mar; el atunero mexicano botado esta misma semana, y un segundo remolcador de unos 20 metros de eslora para una compañía asturiana, que comparte la misma grada que el macicero.