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El prólogo de una nueva singladura

Pescanova acoge este mediodía la última junta de accionistas antes de consumar su refundación y sin grandes novedades en la orden del día

La sala de juntas de Pescanova acoge hoy la última asamblea de accionistas previa al cónclave que ha de aprobar su metamorfosis, prevista para septiembre. La compañía se transformará en otoño en una Sociedad Limitada (SL), fusionará sus filiales españolas bajo el paraguas de Pescanova España (a excepción de Novapesca Trading, Insuiña y Hasenosa), ampliará capital y renovará su consejo de administración y la cúpula directiva. Todo este proceso tendrá que estar consumado antes del 30 de noviembre para que la empresa no incurra en causa de liquidación.

Pero la junta de este mediodía (12:30 horas) será solo un prólogo. Los socios están llamados a aprobar diez puntos en la orden del día, entre los que están la aprobación de las cuentas de 2014, la aplicación de los resultados (para compensar pérdidas de ejercicios anteriores) o el plácet al informe de retribuciones de los consejeros. Este aspecto podría suscitar cierto debate siempre y cuando algún accionista pregunte por el acuerdo sellado entre la banca, Pescanova y Damm para abonar tres millones de euros a la empresa cervecera y al fondo Luxempart a cambio de su apoyo en la asamblea de septiembre.

La última junta fue presidida por Diego Fontán, consejero en representación de Crisgadini SL, de la millonaria asturiana Carolina Masaveu. En la anterior le tocó el turno a Fernando Herce (Iberfomento), ya que Pescanova no tiene presidente desde la salida de Juan Manuel Urgoiti hace justo un año. Es previsible que un miembro de la Comisión de Vigilancia (Alejandro Legarda o un representante de Deloitte) sea quien tome la palabra en el punto décimo de la orden del día, en el que se informará sobre la "hoja de ruta del convenio de acreedores". En la Comisión también está la banca a través de Jacobo González-Robatto, pero el G7 no tiene ninguna potestad de momento en Pescanova y no tiene por qué asistir a una asamblea.

Como en las últimas ocasiones, los accionistas minoritarios tratarán de asumir cierto protagonismo en la asamblea. Estos socios preguntarán esta vez, tal y como indicaron desde la asociación AMAP, por qué sigue suspendida la cotización de Pescanova en Bolsa a pesar de haber aprobado los convenios de sus filiales españolas. Tanto el regulador como la propia compañía ya descartaron esta posibilidad hasta que la pesquera no tenga riesgo de liquidación y, si la junta de septiembre no valida la gran reválida, cualquier acreedor podrá solicitar su disolución.

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