Pescanova se jugaba mucho ayer, y vuelve a hacerlo hoy en el Mercantil de Pontevedra. "La liquidación de las filiales supondría la quiebra de la matriz", explicó Santiago Hurtado, uno de los administradores concursales de Deloitte. Fuentes próximas a la empresa se confesaron "aliviadas" tras la sesión de ayer, pero reconocieron que las dificultades que quedan por delante son muchas y muy complicadas. De acuerdo a las mismas fuentes, el de ayer fue una jornada "para celebrar y estar contentos", pero matizaron que, pese a que "pareció sencillo", el hecho de lograr la adhesión de los acreedores a las propuestas de convenio fue un proceso "muy complicado" en el que "ha trabajado mucha gente".

En la sede de Chapela estaban seguros el miércoles de que se salvarían al menos las cinco primeras filiales, pero "hace cinco días" los nervios campaban por la multinacional. Faltaba el compromiso de la banca internacional (Morgan Stanley, HSBC, Deutsche Bank, Royal Bank of Scotland...) y de entidades españolas. Los contactos "al más alto nivel" los ha tenido tanto Jacobo González-Robatto (portavoz del G7) como el consejo y los administradores concursales, Senén Touza y Santiago Hurtado.

Desde el entorno de los principales bancos acreedores -que ayer no quisieron valorar oficialmente el resultado de las juntas- indicaron también que en los últimos días estaban "tranquilos". "Nunca sabes lo que puede votar un acreedor, pero con el compromiso de RBS, Morgan Stanley y las antiguas cajas" se daba por hecho que se salvarían las filiales. Lo mismo dicen de Frinova, única subsidiaria que continúa en riesgo de liquidación. "Si todo sale como está previsto, también saldrá adelante", zanjaron. La banca, como avanzó FARO, garantiza el mantenimiento de los 1.000 empleos directos de Pescanova en Galicia.