El pasado 27 de noviembre el grupo vigués Eduardo Vieira SA logró bloquear un incipiente proceso de expropiación sobre su filial argentina, con siete buques en propiedad, una planta procesadora y una cámara frigorífica. Con la campaña del calamar a punto de comenzar en el país sudamericano -arranca en febrero-, la compañía que preside Eduardo Vieira Montenegro ha decidido arrendar su segundo potero, el Vieirasa Dieciocho, ante la "falta de tiempo" y liquidez para ponerlo a punto. El Gobierno de la provincia de Santa Cruz, donde está instalada la filial, mantuvo bloqueada la compañía durante dos años y medio, con lo que tanto los buques como las instalaciones en tierra han tenido pasar por el taller de reparaciones. "Decidimos chartear el otro potero durante tres años" a una compañía coreana, Artepa, confirmó a FARO el presidente del grupo. El otro pesquero dedicado al calamar, el Vieirasa Diecisiete, saldrá a faenar bajo la gestión de la empresa local Newsan.
Esta última empresa ha sido clave en la recuperación de Vieira Argentina, en la que inyectará más de ocho millones de euros en los próximos años a cambio de distintas contrapartidas. Newsan Food fletará también dos barcos tangoneros -marisqueros, dedicados al langostino-, el Miriam y el Tabeirón Dos. De este modo, Vieirasa solo mantendrá la gestión de tres de sus siete barcos argentinos: el Tabeirón, el Vieirasa Quince y el Vieirasa Dieciséis. "Ahora estamos retomando la actividad", explicó Vieira quien, a pesar de asumir que los charters -arriendos- son "arriesgados", son un modo de evitar que los buques permanezcan paralizados en el puerto. "No obtienes la misma rentabilidad que si los sacas a faenar por ti mismo", pero la empresa no tenía la capacidad de tener listo el potero para el próximo mes.
El langostino
Pese a este contratiempo, la de pota no es la campaña que arroja mayores retornos para las empresas pesqueras. "No asegura una rentabilidad fija", especialmente teniendo en cuenta la gran presencia de barcos chinos fuera de las aguas de jurisdicción argentina, 200 millas mar adentro. "La presencia de la flota china afecta mucho", reconoce Vieira. Son los buques tangoneros los que sí generan más rentabilidad, sobre todo teniendo en cuenta que los dos últimos años han sido muy buenos en aguas de Argentina. Allí hay campañas en aguas provinciales -de Chubut y Santa Cruz- y nacionales. "Intentaremos sacar a faenar un buque a la campaña de Chubut en marzo", reveló Eduardo Vieira, aunque la campaña "más importante" es la que se realiza "en aguas de la nación". Esta arranca en junio.
"Será entonces cuando ya saquemos toda la flota que tenemos", los tres buques tangoneros que continúan bajo la gestión de Vieirasa. Mientras tanto la actividad en las plantas de Puerto Deseado, localidad santacruceña, está asegurada gracias a Newsan Food. El director de esta firma, Miguel Glikman, ya avanzó una inyección de liquidez de 1,6 millones hasta mediados de año para "poner en marcha las operaciones de captura y procesamiento" y "recuperar puestos de trabajo". En total Vieira Argentina posee 300 trabajadores.
Mientras tanto Vieira Argentina SA -que llegó a aportar más de 5,6 millones de euros de resultado bruto al grupo vigués en sus mejores tiempos (2002)- continúa en concurso de acreedores. Tras solicitar distintas prórrogas para presentar una propuesta de convenio a los acreedores locales, Eduardo Vieira confía en poder firmar un acuerdo en el mes de abril. "Estamos pendientes de saber si nos conceden la nueva prórroga", confirmó el empresario.
Vieira: "Nuestro sector está más consolidado que otros, pero a nosotros ahora nos toca renacer"
Pese a todos los contratiempos -Vieira SA superó el concurso de acreedores, que se formuló a instancias de un acreedor-, la compañía ha conseguido capear el temporal y hacer frente al plan de pagos previsto en el convenio de acreedores. En este sentido, la actividad del frigorífico de Chapela -de la filial Puerto Vieira- y los ingresos derivados de la exfilial Cadilu Fishing, han sido determinantes para mantener la actividad del grupo pesquero. Cadilu era la filial namibia de Vieirasa, que pasó a manos de Ibérica de Congelados (Iberconsa) por unos 2,2 millones de euros.
"Estos años, además de la caja que hicimos con la venta de Cadilu, hemos vivido de la actividad del frigorífico", explica el presidente de la compañía, y la filial senegalesa Senevisa también ha operado con relativa normalidad. "Hubo buenas capturas y precios". La actividad de Puerto Vieira ha ido "recuperándose" a lo largo del año, y el pasado mes de diciembre registró una ocupación cercana al 100%.
"Todo esto nos ha permitido afrontar los primeros plazos de pago del convenio" y, a partir de ahora, Vieira confía en que la reanudación del negocio en Argentina también contribuya a "mejorar la facturación" y los flujos de caja". Tras casi tres años de profundas dificultades de tesorería, el empresario es optimista. "Nuestro sector está más consolidado que otros, hemos demostrado ser más fuertes, pero a nosotros ahora nos toca renacer", confiesa.
