Los actuales gestores de Pescanova han registrado ya la futura marca bajo la que operará la compañía gallega cuando la banca acreedora tome el control en el accionariado, hito que no se producirá hasta mediados de año. La solicitud, según la información oficial recogida por la Oficina de Armonización del Mercado Interior (Marcas, Dibujos y Modelos), la OAMI, se cursó el 13 de noviembre y se publicó el pasado día 5 de enero, según la documentación consultada por FARO. La multinacional fundada por José Fernández López en 1960 pasará a llamarse Nueva Pescanova, y este es el nombre que se ha registrado ya en el organismo comunitario, cuya sede en España está en Alicante.
En este caso Nueva Pescanova es una marca denominativa. Esto es, "una palabra para la que el solicitante [la pesquera] no reivindica una representación gráfica o color específicos", según explica la propia OAMI. De este modo, los productos de Pescanova seguirán comercializándose bajo el mismo logotipo que utiliza a día de hoy, con letras rojas y una "P" mayúscula sobre la imagen de un pez azul oscuro. Esta última es la marca figurativa, la de mayor valor para la empresa y que Pescanova hipotecó -junto con la sede- en verano de 2013 para conseguir un crédito sindicado de la banca por 56 millones de euros con siete bancos.
Desde la publicación en el registro de la OAMI, la pesquera tendrá que esperar hasta mediados de abril para que la nueva marca sea aceptada definitivamente ya que tiene que superar el periodo de alegaciones. Nueva Pescanova se utilizará tanto para la distribución de productos alimentarios (carne, pescado, platos preparados), para la comercialización y para servicios de fabricación por cuenta propia y encargo. La solicitud se ha cursado a través de la oficina Ungría Patentes y Marcas, la misma que ha representado a Pescanova históricamente.
En tanto la intención de los futuros dueños -los bancos- es de implementar las ventas de la compañía en el exterior, las entidades buscan un socio internacional especializado en la gran distribución para potenciar la presencia de los productos de Pescanova en los lineales de todo el mundo. Como avanzó FARO, la banca quiere llegar a un acuerdo con un socio europeo -principalmente holandés- o latinoamericano para distribuir la mercancía de la empresa incluso bajo el formato de marca blanca. En este caso el afamado logo de Pescanova sí desaparecería de los envases a cambio de diversificar la cartera de clientes de la pesquera.
En cualquier caso, la marca Nueva Pescanova no puede confundirse con Nueva Pescanova Sociedad Limitada, la empresa que absorberá la participación de las filiales españolas, la actual matriz y que tendrá el control de las filiales del exterior. Cuando se realice la ampliación de capital -de 150 millones de euros de dinero fresco o fresh money-, la actual matriz, Pescanova SA, será simplemente una accionista minoritaria de la futura multinacional reestructurada (4,99%). Así consta en el convenio de acreedores aprobado el pasado mes de junio, y que la firma debe cumplir en su integridad para no incurrir en causa de disolución.
El expresidente de la compañía Manuel Fernández de Sousa cifró el valor de la marca Pescanova en "más de 600 millones de euros", en declaraciones a los medios. En la primavera de 2012, cuando acababa de volar por los aires la aparente buena salud de la multinacional, la entonces cúpula de la empresa decidió aflorar la marca Pescanova en los estados contables, a la que otorgó un valor de 373,7 millones de euros. Según el Informe de Investigación Forense de KPMG, lo hizo "con el objeto de compensar las pérdidas no recogidas" en las cuentas. La auditora remarcó en el documento que la inclusión de la marca Pescanova dentro del inmovilizado intangible se realizó basándose en un informe elaborado por dos economistas.
