Los expertos coinciden en que la recuperación económica que prevé el Gobierno de Mariano Rajoy será insuficiente para compensar la caída de ingresos que supondrá la rebaja fiscal aprobada el viernes. Y la solución para engrosar las arcas públicas será una subida de los impuestos indirectos (IVA y medioambientales, como exigen los socios europeos) tras las elecciones de 2015, con el objetivo de cumplir con los límites del déficit establecidos por Bruselas y reducir la deuda. También alertan de la posibilidad de que se apliquen nuevos recortes en los servicios públicos e incluso de que se vaya al copago, por ejemplo en educación.

El IRPF y el IVA son los impuestos que permiten una mayor recaudación. Entre los dos suman aproximadamente el 72,1% del total, el 41,4% correspondería al impuesto sobre la renta y el 30,7% al IVA, según los datos correspondientes a 2013.

Según las cifras que figuran en el Programa de Estabilidad del Gobierno del pasado mes de abril, la rebaja en el IRPF para todos los tramos de la renta supondrá recaudar 2.485 millones menos en 2015 y 2.291 en 2016. En total, las arcas públicas dejarían de ingresar por este tributo 4.776 millones de euros en dos años. Si esta cifra se suma a la rebaja en otros impuestos, como el de Sociedades, la caída global de los ingresos tributarios ascenderá a unos 5.307 millones en ambos ejercicios, de los que 2.016 corresponderían a 2015 y 3.291 a 2016.

El Gobierno prevé, sin embargo, que su reforma fiscal incida de manera positiva en el PIB, con un crecimiento del 0,55%, ya que, según su teoría, los ciudadanos y las empresas tendrán más dinero para consumir y para invertir, lo que favorecerá el consumo la actividad y la generación de empleo, y eso incrementará la recaudación fiscal.

Los expertos, sin embargo, no tienen tan claro que esto sea así. Para empezar, porque aún ven endeble la recuperación económica y mucha incertidumbre en el conjunto de la economía europea y mundial.

Jesús San Martín, presidente del Registro de Economistas y Asesores Fiscales (Reaf), indicó que el Gobierno "se ha jugado todas las cartas a la recuperación económica, pero va a ser difícil que con los ingresos que consiga por esa vía pueda compensar la rebaja para hacer frente a los gastos, al pago de la deuda y al déficit". Así que, en su opinión, "se producirá una traslación impositiva, pasando las cargas de unos tributos a otros. Es de suponer que tras las elecciones de 2015 se produzca un incremento de los indirectos".

José María Mollinedo, secretario del sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), apuntó que además de una subida de impuestos indirectos y más ajustes, el Gobierno podría apostar por implantar otras fórmulas, como el copago "también en educación" y la privatización parcial de algunos entes públicos, como Aena, que ya está en trámite.

"Nos faltan 27.000 millones de euros para cumplir con el déficit del 5,5% impuesto por Bruselas para este año, y hay que bajar al 4,2% en 2015 y al 2,8% en 2016. El endeudamiento de momento no va a bajar, y a esto hay que añadir lo que se va a dejar de ingresar por la rebaja fiscal. Es decir, superamos ya los 31.000 millones. ¿De dónde los vamos a sacar?".

En su opinión, la siguiente subida será en el IVA, "cuando las condiciones electorales lo permitan", porque un incremento de un punto supone recaudar 4.000 millones de euros. Pero vendrá acompañada de incrementos en los tributos a combustibles, la luz, el tabaco y el alcohol.