La crisis hace mella en los bolsillos de los gallegos y eso repercute en la cesta de la compra y las tendencias de consumo de las familias de la comunidad. Aunque el gasto por persona en alimentación se redujo levemente en Galicia desde el comienzo de las dificultades económicas, en casi 40 euros per cápita al año, los datos de consumo revelan un cambio de tendencia hacia productos más económicos que reduzcan la factura al pasar por caja. El enorme aumento del desempleo, los recortes de salarios o el temor a perder el puesto de trabajo han provocado que el consumo se retraiga y, con ello, también el desembolso en la cesta de la compra. Durante los primeros años de la crisis las estadísticas mostraban que, mientras que otros sectores perdían pulso, la alimentación resistía bien los golpes de la recesión. En los últimos ejercicios, sin embargo, la situación dio un giro y los hogares también ajustan gastos al ir al supermercado. Una dieta forzada por las dificultades económicas actuales.

Las estadísticas que elabora el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente muestran que cada gallego gastó en 2013 más de 1.486 euros en productos de alimentación, 37,57 euros menos que en 2008, cuando la crisis económica aún era incipiente y el gasto per cápita en la cesta de la compra en la comunidad gallega era de 1.524 euros, lo que supone un pequeño descenso del 2%.

¿En qué alimentos recortaron su gasto los gallegos? Según los datos publicados por el departamento que dirige Isabel García Tejerina, la comunidad consume mucha menos carne (el gasto descendió un 9% y los consumidores optan por las carnes de menor precio), bastante menos pescado (-13%) y también leche y pan, ambos con un descenso del 17%. Mientras, el consumo de frutas y hortalizas (productos más saludables pero también más baratos) subió un 6% y un 18% respectivamente, mientras que el mayor repunte afecta al café, con un incremento del 39% en estos cinco años de crisis. Lo que demuestra que el ajuste de los maltrechos presupuestos familiares a la hora de organizar la lista de la compra implica un cambio en los hábitos alimenticios de los gallegos. La estadística que elabora el Ministerio de Agricultura no incluye las variaciones del Índice de Precios al Consumo (IPC) por lo que, al final, la caída del gasto puede llegar a ser ligeramente mayor de lo que refleja el informe.

A continuación se resumen algunos de los principales resultados por grupos de alimentos