El nombre de Navantia suena para otro posible encargo para la Armada australiana pero de momento solo es un competidor junto con las surcoreanas y Daewoo Shipbuilding y Marine Engineering. El ministro de Australia, David Johnston, anunció ayer que la Marina tiene necesidad "urgente" de dotarse de dos Buques de Aprovisionamiento de Combate (BAC) que va "más allá de la capacidad del país para construirlos", por lo que el ganador construirá los barcos en su territorio.

La empresa pública española asegura que presentará una opción "muy competitiva" para ganar el concurso. La estrategia de Navantia -aseguran sus responsables- pasa por presentar una oferta que pueda competir en precio con la de Corea del Sur, si bien se confía en que la entidad española parta con ventaja en el aspecto del diseño. Navantia optará con un barco similar al BAC Cantabria.

Desde Navantia celebra ron "la buena noticia" que supondría el encargo, debido a que los barcos se construirían en los astilleros de la empresa seleccionada. El Cantabria supuso cuatro millones de horas de carga de trabajo. Aunque se hizo en las instalaciones de Puerto Real de Cádiz, fuentes de la empresa aseguran que tanto los del norte como los del sur tienen capacidad para afrontar este pedido en caso de que se obtenga, por lo que el lugar de construcción se determinaría con posterioridad.

Iberdrola

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, anunció ayer que la planta de Navantia en Puerto Real será proveedor preferente, que incluye como primer encargo la estructura de un parque eólico marino de Alemania de 70 millones de euros que requiere una ocupación media de 250 empleos.

Volkswagen adjudica el nuevo "todocamino" de Seat a una planta de la República Checa

El comité de empresa de Seat lamenta que la producción del nuevo todoterreno urbano de la marca catalana se haya adjudicado a la planta de Skoda en Kvasiny (República Checa), y reclama a la dirección un plan de viabilidad para asegurar un futuro sostenible de la planta para los próximos años. El grupo justificó la decisión de producir el vehículo en la planta de Skoda, ubicada en la ciudad de Kvasiny, se ha basado en los costes laborales, que son más bajos que los de la planta española.