Cuando una inversión fracasa, una compañía debe computar contra beneficios el gasto de dicha inversión. Cuando Banco Santander vendió su deuda en Pescanova con un 95% de quita lo hizo porque ya había provisionado su exposición a la pesquera. Los poco más de dos millones que ingresó le sirvieron para engordar, después, sus beneficios. Como informó ayer El Confidencial, el Grupo Damm ha provisionado ya 40 millones de euros, lo que le costó convertirse en primer accionista de la pesquera (a través de la cervecera y de Disa). En efecto, el informe de gestión correspondiente a 2013 así lo atestigua.

"Se puso de manifiesto una situación de insolvencia en Pescanova SA y su necesidad de recapitalización y, en consecuencia, evidencias objetivas de deterioro en la valoración de la inversión que el Grupo mantiene en esta sociedad, del 6,2%", dice el documento, remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). "Por ello -continúa- el Grupo ha provisionado en el ejercicio su inversión" en Pescanova. La banca también hizo lo propio, y entidades como Commerzbank o Rabobank se deshicieron de su deuda en la pesquera porque también habían provisionado toda. Solo los bancos van a perder 2.000 millones de euros durante el proceso de recapitalización de la multinacional gallega.