Pescanova aplaza el pago de la deuda con la banca, que abre de nuevo el grifo de crédito

Las entidades retrasan el cobro de 18 millones, que tenían que haberse abonado el 28 de abril - La pesquera no tiene tensiones de tesorería y puede seguir descontando facturas

François Tesch (i.) y José Carceller, saliendo de la sede de Pescanova en Chapela.  // Ricardo Grobas

François Tesch (i.) y José Carceller, saliendo de la sede de Pescanova en Chapela. // Ricardo Grobas

VIGO

Pescanova podrá afrontar sin problemas de caja los próximos meses, mientras los asesores de la banca -KMPG y Freshfields- preparan el calendario para que las entidades se hagan con su control. La multinacional gallega no tiene tensiones de tesorería y tiene "más holgura" para trabajar, afirman las entidades, por tres motivos: la propia gestión de la administración concursal, la disponibilidad de líneas de crédito y el waiver firmado entre la empresa y los bancos. ¿Qué es un waiver? Se trata de un acuerdo en el que dos partes pactan retrasar el pago de un compromiso financiero. Pescanova debía pagar el 28 de abril -dos días antes de finalizar el plazo de adhesión al convenio- 18 millones a las siete entidades y la Xunta por la línea de crédito de hasta 56 millones firmada el pasado junio.

La administración concursal, Deloitte, ya había advertido de la necesidad de pactar una moratoria con la banca para evitar el pago de ese dinero. "En su defecto", dice su informe relativo a la propuesta de convenio, "Pescanova tendrá que afrontar el repago integral de dicha deuda a través de la tesorería disponible que podría mermar su capacidad de seguir financiando la operativa del grupo durante los próximos meses". No será preciso descapitalizar la caja de la pesquera. "La empresa es nuestra -exponen desde uno de los bancos del núcleo duro de acreedores-, no íbamos a dejar caer la compañía".

Además, como afirman las entidades, a Pescanova se le han restablecido las líneas de circulante. "Estamos dispuestos a adelantar el pago de facturas, por ejemplo, o a asumir créditos de importación", dice uno de los bancos del llamado G7. Otra entidad asegura que "nunca" se le han cerrado las vías de financiación a las filiales españolas, que serán sometidas a un concurso exprés. "Sin ir más lejos, UBI Banca -del G7- continúa descontando facturas" pese a que fue esta práctica la que ayudó a generar en el banco italiano un agujero de más de 80 millones de euros.

¿Hasta cuándo permanecerá esta situación de cierta interinidad? Por la respuesta de la banca, se antoja que varias semanas. Por ahora KPMG y Freshfields preparan el folleto de ampliación de capital para entregar a la CNMV -habrá dilución y posterior ampliación-, estudian la futura estructura societaria en torno a la nueva Pescanova y preparan los concursos exprés para las filiales españolas. Posteriormente se diluirá el actual consejo, habrá junta de accionistas y se nombrará un nuevo consejo de administración, que estará bajo el control. El socio industrial, si es que se usa esta fórmula, se dejará "para el final", dicen fuentes conocedoras del proceso. Parte de la banca quiere un socio gallego y otra un equipo gestor independiente y temporal -interim manager- para reflotar y estabilizar la compañía.

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