Masaveu pagó a 0,0052 euros cada acción de Pescanova para hacerse con el 7,1%

Compró los 975.000 títulos de la pesquera a Liquidambar, controlada por un antiguo grupo de cajas - Ha gastado 5.177 euros en su paquete accionarial

VIGO

La decisión de Carolina Masaveu de erigirse como tercer mayor accionista de Pescanova -solo por detrás de Damm y Manuel Fernández de Sousa- le ha costado, en total, 5.177 euros. La empresaria, miembro de la familia más potentada de Asturias y líderes de un conglomerado industrial y financiero, se hizo el 29 de abril con el 3,741% al adquirir 975.000 títulos del grupo pesquero. Pagó cada acción a 0,0052 euros, muy lejos de los 5,9 euros que se pagaba el último día que Pescanova cotizó en bolsa y a años luz de los 17,4 euros que se abonaban en el mercado las acciones antes de saber que, debajo de la marca del grumete, había una escombrera de deuda y pérdidas.

La empresaria adquirió este nuevo paquete accionarial -en total suma el 7,133% de la sociedad- a Liquidambar, antiguo socio de referencia de Pescanova. Se trata de una sociedad participada íntegramente por antiguas cajas de ahorros, convertidas en bancos: Unicaja, Ibercaja, Banco CEISS y Mare Nostrum. El primer manojo de acciones que compró en agosto le habían costado 107 euros. Esta vez se ha gastado 5.070 euros en total, una cantidad irrisoria que implica valorar todo el grupo Pescanova en 149.436 euros. Según los datos oficiales de la transacción, Mercavalor actuó como comprador y Finanduero como vendedor en representación de la sociedad patrimonial de la empresaria, Crisgadini.

En caso de que Carolina Masaveu hubiese decidido tener el 7,133% de Pescanova antes de la caída estrepitosa de la compañía, hubiese tenido que gastar más de 35 millones y medio de euros. Ahora tiene lo mismo por menos de un millón de las antiguas pesetas. ¿Pero para qué?

Si Masaveu hubiese adquirido bonos -cosa que es posible-, sería una de las acreedoras de Pescanova y recobraría parte del valor de los títulos (con una quita muy elevada, ya que serían considerados como subordinados al ser accionista de la sociedad). Pero la empresaria ha comprado capital, no deuda, con lo que no forma parte de la larga lista de personas físicas y jurídicas a las que Pescanova debe dinero y abonará, como máximo, en un plazo de 15 años.

Lo que ha hecho Masaveu, como publicó ayer este periódico, es adquirir los derechos para una futura ampliación de capital en la sociedad, para la que los actuales socios minoritarios tienen reservada un 15% de la compañía en cuanto se ejecute. Teniendo en cuenta que Damm y Luxempart se han apartado y que Sousa está inmerso en una causa judicial -bajo amenaza de embargo-, Carolina Masaveu se pone en el vagón de salida para convertirse en una gran accionista del grupo pesquero. Es significativo, además, el hecho de que haya comprado su parte a una sociedad propiedad de antiguas cajas, y será la banca la que reflotará, estabilizará y dirigirá la compañía a medio plazo. Una vez Pescanova retome el pulso, las entidades sacarán el grupo pesquero al mercado y venderán sus participaciones. En ese momento, los poco más de 5.000 euros que Masaveu se ha gastado en Pescanova desde agosto podrán multiplicar por mucho el valor de su arriesgada operación.

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