Mi aprendizaje de don Salvador

LUIS BLANCO*

Te fuiste de forma discreta y sencilla, a pesar de ser un Gran Hombre. Te fuiste sin dar trabajo, sino mas bien todo lo contrario, ofreciéndolo. Aún el pasado sábado, justo hace una semana, nos encontramos en la oficina de la Avenida de Madrid, cuando salíamos de una entrevista de selección de personal para una de tus empresas.

Haber tenido el honor y la oportunidad de trabajar a tu lado ha sido un aprendizaje impagable. Exigente, trabajador incansable y gran emprendedor. Todavía retumban tus consejos, por ejemplo el que nos dabas a la hora de fijar unas condiciones de cobro. "Recuerda, Luis, que más vale un te doy que diez te darés". O aquella frase que me decías te había transmitido el que fue alcalde de Vigo, Gregorio Espino: "Salvador, cuando discutas por un reloj, procura tenerlo tú en la mano".

Has tenido sesenta años de vida empresarial, en los que has dejado entre los que colaboramos contigo una huella difícil de borrar de nuestras mentes, y donde quiera que estés ahora, descansa en paz, con la seguridad de que en esta vida terrenal has cumplido sobradamente. Te digo adiós con una frase muy tuya, que resalta tu disposición y entrega a los demás: "Hasta siempre rapaz, dispón de mí como de un paraguas".

*Luis Blanco es el director general del Grupo de Empresas Alvariño Inversiones

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