Repsol niega que la elección de Imaz sea una maniobra de Brufau, como cree Pemex

Responde en una nota que solo el consejero de la petrolera votó en contra, tras conocer que la estatal mexicana estudia salir de la compañía española

Josu Jon Imaz.  // Zipi

Josu Jon Imaz. // Zipi

L.G. | VIGO

Repsol volvió a tensar ayer la cuerda con Pemex y, por sorpresa, respondió vía comunicado a las informaciones que apuntan a que el gigante azteca sopesa abandonar el accionariado de la firma española. El nombramiento de Josu Jon Imaz como consejero delegado, un cargo nuevo que pretendía restar poder al presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha generado mucho malestar no solo en Pemex, sino también entre otros accionistas como CaixaBank, como apuntó ayer el diario El Mundo. "La compañía aclara que el proceso para la designación de un consejero delegado se inició hace varios meses" y, de acuerdo con Repsol, en su elección participaron tanto por el consejero de Sacyr como Isidro Fainé, máximo responsable de CaixaBank.

De acuerdo a otras fuentes, no obstante, Fainé conoció la elección de Imaz con 48 horas de antelación, con lo que no había tiempo para frenar este nombramiento. En México creen que Imaz es un hombre afín a Brufau, aunque entre sus objetivos tras ascender en Repsol estaba el de mejorar las relaciones de la con Pemex, que posee entorno al 9,5% de la compañía española. "El señor Imaz -continúa la breve nota enviada ayer por Repsol- contó con el apoyo de 15 de los 16 miembros del consejo de administración". Solo el representante de Pemex, por tanto, votó en contra.

El gigante que dirige Emilio Lozoya asegura, como publicó este sábado el diario Expansión, que ignoraba el nombramiento de Imaz, ya que se realizó fuera de la orden del día del consejo, reunido el pasado miércoles. Pemex, que no dudó en arremeter contra la "mala gestión" de Brufau y su sueldo en la Cámara de Diputados de México, considera la elección de Imaz -y las formas en la que se llevó a cabo- como una maniobra de Brufau para perpetuarse al frente de Repsol y retener los máximos poderes de administración.

El nuevo conflicto entre Repsol y Pemex puede tener consecuencias de mayor dimensión si con eso afecta a las relaciones de la firma mexicana con España y Galicia. "Es un error que Repsol no aproxime posturas con Pemex, por el petróleo y el naval", expuso a FARO el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Pemex es, desde el pasado diciembre, dueño del 51% de Hijos de J. Barreras, y falló a favor del astillero vigués y Navantia (Ferrol) para construir dos floteles. El naval gallego espera que la llegada de Pemex implique más encargos, entre ellos el de la renovación de la flota menor de la petrolera.

"Para España es buena una alianza con Pemex", proclamó Feijóo, como publicó ayer este diario. Las disputas empresariales pueden derivar en un conflicto institucional entre Moncloa y el titular del Gobierno azteca, Enrique Peña Nieto, que tiene previsto visitar España el mes que viene.

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